Jugó en la Selección Argentina, disputó un Mundial y hoy se dedica al mercado inmobiliario
En un cambio total de vida, tras "colgar los botines", quien fue un brillante futbolista hoy es un exitoso empresario del rubro.
La historia de la Selección Argentina tiene datos y curiosidades por doquier. Una de ellas tiene como protagonista a Ezequiel Garay, exdefensor que disputó muchos años de su carrera en el fútbol europeo y que escribió en celeste y blanco el sueño de lograr un título mundial. Ahora, lejos de la redonda, se dedica al mercado inmobiliario.
La etapa de Garay en el combinado nacional alcanzó su punto más alto cuando fue necesario. El zaguero fue una de las figuras de la “Albiceleste” en el Mundial de Brasil 2014, que coincidió con la etapa de mayor consolidación en el Benfica de Portugal. El equipo que comandaba el capitán Lionel Messi tuvo un gran desempeño en tierras “verdeamarelhas”.
A tal punto que, bajo la dirección de Alejandro Sabella, el defensor central surgido de las inferiores de Newell´s fue titular en los siete partidos del torneo, demostrando solidez en la zaga y liderazgo en momentos cruciales. No pudo coronarse con la Copa del Mundo, pero fue la vez que más cerca se estuvo de lograr la tercera estrella entre 1986 y 2022.
Luego de colgar los botines, con aún años para poder ejercer su actividad profesional, el exdeportista encontró una nueva pasión en el mundo inmobiliario. Garay se asoció a su exesposa, Tamara Gorro, y cofundó la empresa Gargor. La compañía se especializa en la construcción y venta de viviendas de lujo en España.
Tras dejar el fútbol profesional, el exdeportista encontró una nueva pasión en el mundo inmobiliario. Junto a su exesposa, Tamara Gorro, cofundó la empresa Gargor, que se especializa en la construcción y venta de viviendas de lujo en España.
La compañía se consolidó luego de lograr ventas millonarias y rápidamente se estableció como un “boom” comercial. Las claves del éxito de la firma radican en la calidad de sus proyectos y su enfoque en el diseño exclusivo.
"Cumplí un sueño al abrirme camino en esta industria", expresó Garay. Un empresario que, al igual que cuando era futbolista, aprendió a hacerse un nombre en su disciplina en base a sacrificio
La historia de Ezequiel Garay
Nacido el 10 de octubre de 1986 en Rosario, el defensor central mostró desde muy chico condiciones naturales en la cancha. Su talento lo catapultó a las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys, donde debutó en primera división en 2004.
Era muy chico de edad, pero aguerrido y con un estilo en el hombre a hombre que llamó la atención casi desde su misma presentación en sociedad. A tal punto que, con apenas 18 años, su rendimiento comenzó a estar en la agenda de los clubes europeos, y en 2005 emigró al Racing de Santander, de España.
En el equipo español, Garay se consolidó como un zaguero sólido y eficaz, lo que le valió la gran oportunidad de pasar a un coloso mundial. El rosarino arribó al Real Madrid en 2008, con la condición de ser cedido inicialmente a su club de origen por una temporada más.
Finalmente debutó con el equipo “merengue” cuando transcurrió la temporada 2009/10. A pesar de su potencial, su paso por la “Casa Blanca” fue breve y, en 2011, fue contratado por el Benfica de Portugal.
Junto a las “Aguilas” portuguesas fue el lugar donde el defensor llegó a la cúspide de su rendimiento y brilló como uno de los mejores defensores del “Viejo Continente”. Luego de años de excelente performance, firmó vínculo contractual con el Zenit de San Petersburgo y más tarde por el Valencia, donde cerró su carrera profesional tras sufrir una grave lesión en 2019.
"El dolor físico no me permitía disfrutar ni siquiera caminar con normalidad", reveló en un emotivo comunicado, cuando con apenas 34 años decidió ponerle fin a su carrera deportiva. Y fue cuando Ezequiel decidió cambiar su vida.