La camiseta de la Selección Argentina, la "10" en la espalda, la cinta de capitán y la copa entre los campeones de Europa y América en la mano. A Lionel Messi y a Diego Maradona los une mucho en común: "No sabía que el último en levantar esta copa había sido Maradona", sostuvo la Pulga luego de obtener la Finalissima ante Italia, en el mítico estadio londinense. "Poder salir campeón en Wembley es hermoso", aseguró.

A la hora de analizar los motivos que llevaron al equipo de Scaloni a imponerse sobre los italianos "la Selección Argentina supo jugar con la desesperación de ellos. Mete cuando no tiene la pelota y cuando la tiene, sabe lo que hacer", sostuvo.

Al mismo tiempo el futbolista más valioso de la Finalissima, según el criterio de la organización del evento, trató de dar un mensaje de calma, en tiempos de euforia "tenemos que seguir intentando crecer para llegar bien al primer partido del Mundial. Estamos con mucha ilusión".

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Cuando el trámite del encuentro estaba en favor de la Argentina y los espacios comenzaron a aparecer, el "10" confesó que quería marcar su tanto ante el conjunto de Mancini "cuando vi que el partido estaba controlado, busqué mi gol. Lo del segundo tiempo fue espectacular. Es una demostración de que este grupo está para pelearle a cualquiera", declaró Messi con la Copa en la mano.

Y cerró contando el gran secreto que tiene el vestuario argentino para imponerse: "Cuando estamos juntos, nos contagiamos. Sacamos fuerzas de dónde no tenemos porque no podemos dar la ventaja en nada, más en un Mundial como el que se viene", concluyó el capitán del campeón de la Finalíssima.