Jorge Arzuaga, que trabajó para Credit Suisse Group y Julius Baer , sería el primer banquero condenado en un escándalo que ha llevado a 25 declaraciones de culpabilidad relacionadas con la FIFA. Arzuaga aceptó esta mañana un cargo de conspiración ante la corte federal en Brooklyn y también está negociando un acuerdo con los fiscales por un cargo penal en Suiza.

Según la agencia de noticias AP, Arzuaga está cooperando con las autoridades estadounidenses, ofreciendo un relato de primera mano a los fiscales que buscan determinar si otros banqueros de Julius Baer o la propia empresa ayudaron a procesar transacciones sospechosas o violaron las leyes contra el lavado de dinero. “Admito que lo hice y estoy profundamente arrepentido”, declaró Arzuaga esta mañana ante la Corte.

Julius Baer, cuando se le preguntó sobre Arzuaga, dijo en un comunicado que "se deslindó" de un empleado en 2015 después de que este aceptó "haber violado la ley aplicable y las políticas internas". Ese empleado "nunca le dijo a nadie en el banco que se estaba usando ninguna cuenta como un conducto para sobornos y, es más, negó haber tenido tal conocimiento", según la declaración, que no se refirió a Arzuaga por nombre y a la que accedieron diversas agencias de noticias.

"Si este exempleado ahora admite que usó una cuenta bancaria como un conducto para los sobornos, nadie más en el banco estaba enterado de o implicado en tal mala conducta", dijo el banco en su declaración. Y sentenció que: “el banco respalda plenamente las investigaciones en curso y coopera con las autoridades en este asunto de conformidad con las leyes y reglamentos aplicables".

Cooperación

El banco dijo que comenzó a cooperar con las autoridades estadounidenses a mediados de 2015, y que "no hay indicación alguna" de que el caso afectará el acuerdo alcanzado en 2016 con el Departamento de Justicia. En ese acuerdo, Julius Baer aceptó pagar US$547 millones y reconoció que ayudó a miles de clientes estadounidenses a ocultar miles de millones de dólares de activos de las autoridades fiscales.

El supuesto arreglo de Arzuaga con los fiscales hace pensar que los fiscales podrían detallar en los tribunales las maneras en que los banqueros supuestamente trasladaron sobornos a través de todo el mundo para influir en la adjudicación de los derechos de transmisión y marketing de los torneos de fútbol en América. 

Las autoridades estadounidenses han dicho que rastrearon dinero de sobornos a través de cuentas bancarias en al menos 40 países, y están ampliando las investigaciones de compañías de marketing deportivo e instituciones financieras que facilitaron el lavado de dinero. Actores como Arzuaga pueden hacer la caza más fácil para los investigadores.

Banquero de Burzaco

Según se desprende de la investigación de la justicia norteamericana, Arzuaga era el banquero privado de Alejandro Burzaco. Cabe recordar que Burzaco aceptó las conspiraciones del lavado de dinero, asociación delictiva y fraude de transferencias, diciendo que él utilizó a varios bancos durante casi una década para lavar los sobornos a las autoridades futbolísticas.

Burzaco pasó 15 años en Citigroup Inc. antes de adquirir una participación minoritaria en Torneos y Competencias SA, donde continuó con el patrón de sobornos de autoridades de fútbol de la compañía, acreditó el tribunal. Burzaco se convirtió en presidente ejecutivo en 2006, y dijo que sus pagos ilícitos continuaron hasta el año 2015. Con su acuerdo, Burzaco acordó renunciar a fondos en 11 cuentas, incluyendo Julius Baer, Credit Suisse y otros tres bancos.

Pagos secretos a Grondona

Por lo que se desprende de informes de agencias internacionales con acceso a la causa, Arzuaga habría admitido que abrió cuentas en Credit Suisse y Julius Baer que permitieron a Torneos canalizar sobornos a Julio Grondona, un exvicepresidente sénior de la FIFA, dijeron las fuentes. Arzuaga también espera admitir que recibió pagos secretos de Torneos más allá de su compensación bancaria, dijo una de las personas.

La FIFA, que está cooperando con el Departamento de Justicia, dijo en junio de 2015 que Grondona autorizó un pago de US$10 millones que los fiscales calificaron de soborno en nombre de la exitosa candidatura de Sudáfrica a la Copa Mundial de 2010.

Al menos ocho bancos han dicho que recibieron solicitudes de información de las autoridades o iniciaron investigaciones internas sobre pagos de fútbol, incluyendo Citigroup, UBS Group AG, HSBC Holdings Plc y Julius Baer. Ningún banco ha sido acusado de mal proceder.

Los fiscales dicen que los funcionarios de fútbol se llevaron casi US$200 millones en sobornos de ejecutivos de marketing deportivo en América que derechos de transmisión y de marketing de los torneos. Gran parte del liderazgo de la FIFA ya ha sido eliminado.

La acusación estadounidense de Burzaco y otros describe cómo los conspiradores usaron una serie de engaños para ocultar su movimiento de dinero, incluidos "intermediarios de confianza, banqueros, asesores financieros y corredores de divisas". Utilizaron compañías de referencia y cuentas bancarias numeradas en paraísos fiscales, transacciones financieras estructuradas para evitar los requisitos de información monetaria y participaron en el contrabando de efectivo a granel, de acuerdo con la acusación.