Inmerso en medio de un caos que se trasladó a la cancha, así se jugó el duelo entre Atlético Nacional y Nacional de Uruguay en Pereira. Con manifestaciones en la puerta del Hotel que hicieron que el Bolso pusiera en duda su participación en el juego, que finalmente fue retrasado una hora y arrancó sobre la medianoche de la Argentina. 

Al llegar la delegación charrúa al escenario hubo piñas y golpes entre ambos equipos e integrantes de las delegaciones. Así, picado arrancó el asunto. En el sorteo, Gonzalo Bergessio, capitán de Nacional siguió poniéndole nafta a la cuestión mientras el árbitro, el peruano Diego Haro pedía "dejar de lado lo que haya sucedido", dijo: "Sí, pero necesitamos más empatía por parte de ellos. Somos todos compañeros, jugadores de fútbol", dijo Lavandina.

Luego, en el partido, se notó que el clima había quedado caldeado. Hubo 10 amarillas, cinco por lado y el elenco uruguayo terminó el juego con 9 hombres. Más allá de eso, el partido en sí fue todo lo contrario al primer choque entre ambos equipos, que había salido 4-4. Esta vez, no hubo nada que festejar. Fue un pálido empate 0-0, que terminó cayéndole bien a Argentinos, que mantiene la cima con tres de distancia con seis puntos en juego y teniendo que enfrentar aún a Atlético Nacional en La Paternal y a Nacional en Montevideo. 

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