Tras dos eliminaciones consecutivas en octavos de final, el objetivo de Boca siempre fue uno sólo: salir campeón.

Desde el inicio, nada fue fácil. Los dos primeros encuentros marcaron un 0-0 como visitante en Venezuela ante Monagas que dejó sabor a poco y ni hablar cuando en plena Bombonera, Deportivo Pereira se ponía en ventaja 1 a 0.

En ese momento, el público presente como pocas veces pasó en el Alberto J. Armando, cantó contra los jugadores e increíblemente, eso pareció darle “suerte” a los de Jorge Almirón: los goles agónicos de Advíncula y Varela le dieron aire. Ya por la tercera jornada, en Chile, Colo Colo no opondría mucha resistencia y el “xeneize” se trajo los tres puntos con una buena actuación.

En el comienzo de la segunda vuelta, Sólo le faltaban tres puntos para llegar a la clasificación y lo consiguió al vencer a Colo Colo por 1-0 como local y así garantizar su lugar en los octavos de final. Ya ante Monagas, mostró una versión apabullante.

En la ida fue empate 0-0 y la vuelta en La Bombonera terminó 2-2, pero el equipo de Almirón se impuso 4-2 por penales con el arquero tapando dos en la definición.

Y lo repitió contra Racing en los cuartos de final: empataron 0-0 los dos partidos pero “Chiquito” atajó dos penales para darle el pasaje a los de Almirón a la semifinal con un 4-1 en la tanda de desempate.

Ya en las semis, una buena actuación en La Bombonera a la que solo le faltó concretar, , pero en el partido de hoy en el Allianz Parque, el “Xeneize” sacó la chapa necesaria y nuevamente está en la definición del torneo continental. 

No fue un camino fácil, pero Boca consiguió los resultados. Tuvo buenos y malos partidos, pero consiguió los resultados. Ahora, solo le resta un partido: la final ante Fluminense. A un paso de la séptima.