Deja todo por River: Vende sus camisetas para poder estar en la final
Fernando Saldivia, de 28 años, sigue al equipo adónde va. Y no es sólo una frase de canción. El joven intenta estar en todos lados que puede, cuando el bolsillo se lo permite. A Madrid no pudo ir, pero ni loco se quiere perder la chance de estar en Santiago o Asunción: "Vivimos cosas muy feas y ahora estamos viviendo la mejor parte, no me la puedo perder", justifica. Está tan loco que hasta llegó a viajar al exterior para seguir al Millo ¡A dedo!
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) River juega una nueva final de Copa Libertadores de América. La tercera en este ciclo de Oro de Marcelo Gallardo. Y, aquellos que se jacta de "seguir a River dónde va", además de pasión, necesitan una buena dosis de dinero. Y, en esta época, no es algo que sobre. Pero, siempre hay rebusques.
Fernando Saldivia tiene 28 años, es uno de esos que se siente identificado con esa canción. No importa la Ciudad, si es el Interior de Argentina o Sudamérica. Donde juegue River hay que estar. Esa es la premisa para este joven hincha del club de Núñez, como queda claro en diálogo con "Doble Amarilla".
Sólo post victoria ante Boca en Madrid, rompió esa regla: encaró un viaje de más de seis meses con su novia por Latinoamérica. El viaje empezó en Lima, después del Alianza Lima- River, que marcó el debut del "Millo" en esta competición, pero, antes del Superclásico con Boca por Superliga, Fernando emprendió la vuelta: sólo. Tenía que estar. Y ahora, es lo mismo.
DA: ¿Cuándo te decidiste a hacer esta locura de vender tus pertenencias de River para ir a la final?
FS: Cuando empezó la Copa yo viajé para Alianza-River. Y cuando le ganamos la final a Boca, yo le prometí a mi novia que íbamos a hacer un viaje largo, porque siempre hago viajes cortos para no perderme ningún partido de River. Así que de Perú, empezamos a subir, nos fuimos hasta Colombia. Hasta que jugó River un partido que no me podía perder y volví.
DA: ¿Cómo fue tu regreso? ¿Pudiste volver a trabajar pronto?
FS: Volví y estaba todo bien en mi anterior laburo, pero hay muy pocos eventos por semana, yo trabajo de camarero en eventos y hay muy poco volumen de laburo. Yo no pensé que el país estaba tan complicado como está. Entonces, para solventar el viaje no me quedó otra que hacer esto.
DA: ¿Y la entrada ya la tenés?
FS: Yo la entrada ya la saque, un amigo de los que voy a la cancha me prestó la tarjeta y se la tengo que devolver. Yo sé que el fin de semana que se juegue la final no voy a estar, así que tampoco me quiero jugar a conseguir un trabajo estos 20 días.
DA: ¿Y en tren de viajar, preferís ir a Santiago o Asunción?
FS: Yo prefiero Asunción, por la seguridad de todos nosotros y por respeto al pueblo chileno. No creo que sea momento de una fiesta ahí. Por eso prefiero que se pase a Asunción, que ya dejen de embromar con Chile. Pero si es en Chile también vamos a ir. Si es en Chile, tenemos resuelto como ir. Y si es en Asunción, capaz vamos en micro. El problema es costear los gastos, porque nos vamos a ir 3, 4 días.
DA: ¿Por qué elegiste vender estas camisetas en especial?
FS: Porque ya vendí todo lo otro que tenía. Ya me fui a Mendoza este año, y ahora tengo pensado ir a Mar del Plata. No me queda otra que vender mis tesoros. Yo no soy muy materialista, así que prefiero vender las cosas para estar. Si estas las tengo que sacrificar para ir a ver a River, lo haré. Siento que las cosas son mi pasaje para ver a River.
DA: ¿Hay alguna camiseta que no venderías jamás?
FS: La camiseta del 2015, la alegórica después de salir campeones, no la toco. La de la final de Mendoza tampoco. Las que tengo de muy chiquito, las de “Sanyo” y las “ Quilmes”, que me regaló mi viejo, tampoco.
DA: ¿Te sorprendió la viralización de tu decisión de vender las camisetas?
FS: Tengo conocidos en Twitter, pedí retuits y no pensé que iba a llegar a algo tan masivo. Ya me habían hablado de otros medios. Me fui el martes sin celular a la cancha, porque y se me rompió el pin de carga. Cuando lo volví a prender tenía muchísimas notificaciones, más que nada por la camiseta del ’97. Creo que voy a llegar cómodo para poder ir.
DA: ¿Te contactó alguien para ofrecerte costear el viaje para que no vendas las cosas?
FS: No por ahora. Muchos me corren por el lado de la moral. Pero no entienden lo que nosotros vivimos. Yo sigo a River desde que soy muy chico, vivimos cosas muy feas y ahora estamos viviendo la mejor parte y no la podemos perder. Yo me volví por eso, la dejé a mi novia viajando sola, de común acuerdo, le dije: “No me puedo perder más un partido del River de Gallardo”.
DA: ¿Cuándo fue eso?
FS: En cuanto vi que jugábamos contra Boca por la Superliga. Me vine de Ecuador corriendo, cinco días de micros sin parar para poder estar. No me lo quería perder. Me arrepentí mucho de no haber ido a Brasil contra Cruzeiro, por ejemplo.
DA: Es cierto que una vez fuiste a ver a River al exterior a dedo, ¿cuándo fue?
FS: Contra Cruzeiro, en 2015. Me fui con mi novia. Perdimos 0-1 acá y le dije “yo quiero estar en Brasil”. Estaba en una situación similar a esta. No me podía costear un viaje y nos fuimos a dedo. Calculamos 500 kilómetros por día. Y llegamos. Yo creo mucho en la energía y en que el Universo te da lo que deseas y el pibe que ahora me prestó la tarjeta, ese día me consiguió la entrada y pude estar.
DA: ¿Fuiste a Madrid?
FS: No, porque fui contra Gremio. Me fui a Porto Alegre en temporada alta de trabajo, planté todo, les dije a mis jefes: “yo me tengo que ir”. Y Me fui. Cuando volví, me suspendieron y eso me dejó sin la chance de ir a Madrid. No laburé todo noviembre y me quedé sin ir a Madrid por eso. Intenté vender algo, pero no llegué. Ahora sí, ahora creo que voy a estar.