El ex presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP chilena, Javier Castrilli, se puso a disposición de las autoridades para investigar las denuncias del juez Francisco Gilabert, quien acusó presiones desde Santiago por el partido entre Huachipato-Copiapó.

"Pongo a disposición de la ANFP, en forma voluntaria, mi teléfono celular y el de los miembros de la Comisión despedida, con el detalle de todas las llamadas efectuadas y recibidas en el día y horario durante el desarrollo del partido", indicó. "Los árbitros en cuestión debieran hacer lo mismo", agregó, en referencia a Gilabert y a los colaboradores del encuentro. 

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Días atrás, Gilabert denunció haber recibido presiones para sancionar un dudoso penal en el partido entre Huachipato y Copiapó.  "Cobré el penal entendiendo que podía no ser penal, porque me la jugué y vi desde atrás que lo tocaba en el tobillo. Caché que me iba a llamar el VAR. Listo, me llama el VAR, veo que no es penal, voy a salir con tiro de esquina", contó.

Luego del encuentro, según dio a conocer Tribuna Andes, confiesa que "el VAR me dice ‘weón, menos mal que cobraste el penal, menos mal que entendiste’. Le digo ‘sí, pero qué weá pasó'". Y agrega que le dicen: "Llamaron de Santiago, que había que cobrar penal".

Luego de este escándalo, el directorio de la sede de Quilín se reunió con Castrilli, donde le comunicaron su remoción del cargo como presidente de la Comisión de Árbitros. Junto a él, fueron despedidos Osvaldo Talamilla y Braulio Arenas, quienes eran los elegidos por el Sindicato para negociar el acuerdo con los jueces.