La grave denuncia del árbitro de Huachipato-Copiapó: "Llamaron de Santiago, que había que cobrar penal"
Francisco Gilabert reconoció presiones para cobrar el polémico penal en el encuentro correspondiente a la promoción del fútbol chileno. "Me llamaron del VAR, entendí que había algo raro. Y me fui con esa sensación de cobrar una weá que no era", confesó. También reconoció un llamado de Javier Castrilli. ¿Cómo sigue la historia?
Existe una polémica utilización del VAR que hubo en el último partido entre Huachipato y Copiapó. Sobre esto, hay una investigación periodística que indica que se cobró un penal muy polémico debido a un presunto llamado telefónico que habría incidido en la decisión. Denuncian que Huachipato es uno de los clubes con muchas influencias en el ámbito arbitral. En medio de esto, se filtraron unos audios del juez que dan precisiones de lo ocurrido.
¿Qué fue lo que sucedió? En el minuto 69 de ese encuentro, Francisco Gilabert sancionó infracción en el área de Diego García contra Walter Mazzanti. "Cobré el penal entendiendo que podía no ser penal, porque me la jugué y vi desde atrás que lo tocaba en el tobillo. Caché que me iba a llamar el VAR. Listo, me llama el VAR, veo que no es penal, voy a salir con tiro de esquina", contó el juez.
Y agregó: "Y me dicen ‘Francisco, un momento, analiza la camiseta’. Veo un jalón de camiseta pero dije ‘me parece una acción de juego, voy con tiro de esquina’. Y me dicen ‘Francisco, por favor, analiza la camiseta’, y yo ‘¿qué?’ y ahí entendí que había algo raro. Y me fui con esa sensación de cobrar una weá que no era".
Luego del encuentro, según dio a conocer Tribuna Andes, confiesa que "el VAR me dice ‘weón, menos mal que cobraste el penal, menos mal que entendiste’. Le digo ‘sí, pero qué weá pasó'". Y agrega que le dicen: "Llamaron de Santiago, que había que cobrar penal".
"El VAR violó todos los protocolos", contó Gilabert. Y asintió: "Fue un diálogo muy trucho. De seguro van a liberar los audios, ojalá que se vea porque se siente esa weá. Porque al principio yo tenía listo el tiro de esquina, y me hacen detenerme, ‘Francisco, ve la camiseta’. Y ahí cagó todo".
Tras el encuentro, el árbitro dio detalles de cómo se sintió: "Me siento como aweonao, como que fui un torpe. De todas formas podría haber hecho algo distinto, quizá me castigaba, hasta me echaba (Castrilli), pero hacía lo que yo realmente creía. No sé qué chucha, quizá no estaba tan conectado con el partido porque muchas veces he dicho que no a los penales. Pero esta vez fue una weá muy rara, terrible turbio".
Y, por último, reveló que lo llamó Castrilli: "Me llamó Castrilli y me dijo que era un tipo valiente, corajudo, que se sentía representado por mí en la cancha. Bla, bla, bla, puro verso. Le digo ‘pero el que paga aquí soy yo’, y me dice ‘no te preocupes Francisco, te vamos a bancar a muerte, esto es lo que necesitamos, gente comprometida con el proyecto'".
Javier Castrilli, en pie de guerra con los árbitros chilenos
El conflicto entre Javier Castrilli y los árbitros en Chile está cada vez más difícil. El ex juez internacional y actual presidente de la comisión arbitral de ese país despidió a 11 profesionales por amenazar con ir a un paro gremial. Cuatro de ellos tienen estándar FIFA, como los casos de Julio Bascuñán -se está preparando para ser árbitro VAR en el Mundial de Qatar 2022-, Cristian Garay, Piero Maza y NIcolás Gamboa. Además, se han sumado a esta lista Felipe Jara, Alejandro Molina, Claudio Urrutia, Felipe Jerez, Héctor Jona, Franco Arrué y Constanza Salinas.
Esta "novela" viene de hace mucho tiempo, pero terminó de explotar post eliminación de la Selección de Chile de las Eliminatorias. En el fútbol chileno señalan a Castrilli de haber llevado adelante una promoción apresurada de árbitros jóvenes que, por el momento, no dieron resultados. Además de que no hubo rendimientos positivos en partidos importantes, se terminó nivelando para abajo en las competencias trasandinas.
El gremio arbitral tiene varias demandas. En primer lugar, reclaman la falta de participación de los árbitros de más experiencia, como los casos de Tobar y Bascuñán. En cuanto a lo sindical, reclaman despidos injustificados, inexistencia de contratos laborales, irregularidades en el fútbol formativo y denostación hacia las árbitras.
Esta situación de tensión entre Castrilli y el sindicato pone en vilo al futuro del fútbol chileno, principalmente de cara a la próxima fecha. Los referís del país trasandino realizaron ayer a última hora una reunión formal donde votaron para ir al paro formalmente. 102 votos a favor, 56 abstenciones y ninguno en contra fue el resultado final. Esto pone en jaque la próxima fecha del fútbol chileno. Castrilli, en el centro de la escena.
Pablo Milad, presidente de la ANFP, en principio sostiene al ex árbitro argentino y así lo ratificó desde su vuelta de Qatar 2022, a pesar de que todo el cuerpo de árbitros pide por su cabeza y una renovación en su puesto. ¿Cómo seguirá la historia?