San José de Oruro, un club quebrado y abandonado por todos sus dirigentes
El conjunto boliviano, que jugó con River en la Libertadores 2015, atraviesa una crisis nunca antes vista en el fútbol y busca reinventarse a través de su Tribunal de Honor. Acéfalo y destrozado, se coloca como objetivo volver a jugar en la liga profesional boliviana y devolverle a la ciudad la alegría y la fuente de trabajo. "Lo que pasamos es muy fuerte y delicado hace un largo tiempo", le dijo Ernesto Araníbar, máximo representante del organismo que administra la entidad, a Doble Amarilla.
San José de Oruro, equipo de Bolivia que jugó con River en la Libertadores 2015, quedó desde julio en manos del Tribunal de Honor del club luego de las masivas renuncias de los directivos, quienes eligieron abandonar sus plazas tras la dimisión del presidente Sebastián Bueno.
Actualmente, el club sufre la acefalía, una deuda de cerca de u$s 5 millones y descendió después de 22 años tras caer esta semana 4-1 ante Bolívar en La Paz. El viernes, luego de caer por 1-4 ante Aurora, las autoridades del Tribunal de Honor decidieron que el lunes realizarán una asamblea para retirar al club de la Liga Profesional de Fútbol.
El encargo de dar la noticia fue Ernesto Araníbar, máximo representante del Tribunal de Honor que administra el club: "Llamamos a Asamblea para el lunes a la 7 de la noche en el que contaremos con el apoyo de la mayoría, por lo que comunico que anunciaremos oficialmente el retiro del Club San José de la Liga Profesional de Fútbol Boliviano".
En el mismo sentido, Araníbar anunció: "Muchos creen que la Federación nos va a desafiliar, yo la desafío a que lo haga". Y continuó: "Hemos analizado la cuestión de fondo y la pregunta es: ¿Qué más vamos a perder?".
También aprovechó para despegar a los jugadores del plantel actual de la catastrófica situación: "No podemos sacrificar más a nuestros jugadores, por eso serán licenciados luego de que elevemos la nota a la Federación Boliviana. Es la única forma de que nos presten atención".
Al poco tiempo de asumir (15 de mayo), Bueno no pudo contar con quien fuera su mano derecha, Silvio Fontana (primer vicepresidente), que decidió renunciar. El joven titular del club santo intentó superar el mal momento de la entidad orureña, cuya deuda, según se hizo conocer en su momento, se aproxima a los u$s 5 millones, gran parte relacionada con ex jugadores del club.
Una orden de aprehensión de un juzgado laboral de Oruro por deuda a una funcionaria del club terminó con la gestión de Bueno, quien asumió después de haber ganado una elección con apoyo de 200 socios santos el 15 de mayo de este año.
Ernesto Araníbar, presidente del Tribunal de Honor, le contó a Doble Amarilla que “la situación actual del club es muy delicada porque a nivel dirigencial no han estructurado un plan para tener autosustentabilidad y ha sido manejado de forma muy irresponsable".
Y añadió: "El fútbol boliviano ha sido manejado muy mal también y hoy tenemos contratos que se han firmado que son terribles. Hoy hay una crisis económica e institucional porque no tenemos el respaldo de manera seria y no hay acciones ni del gobernador ni del alcalde municipal más allá de algunas promesas. Lo que pasamos es muy fuerte y delicado hace un tiempo largo, pero actualmente es mucho mas difícil aún”, añadió Araníbar.
En el mismo sentido, el titular del Tribunal de Honor del club se refirió al daño adicional ocasionado por el coronavirus: "La pandemia nos afectó demasiado, porque más allá de la economía malograda que poseemos, no pudimos tener recursos por partidos y no logramos objetivos que teníamos. Esto ocasionó que en la gestión de 2020 exista un receso del Campeonato Boliviano y que, cuando a fin de año se habilitó, no había condiciones para llevarlo adelante. Nosotros no teníamos jugadores con buena preparación”.
“En lo económico estamos quebrados, porque no tenemos la capacidad para pagar las deudas que poseemos. Tenemos muchas demandas de jugadores y técnicos de hasta u$s 3.250.000 más los intereses y están en la FIFA. Además, hay muchos contratos que tienen un acuerdo externo porque deberían ganar u$s 2 mil o u$s 3 mil y se les pagan 9 o 10 porque los dirigentes anteriores, especialmente Martínez, se beneficiaban", indicó con respecto a la situación patrimonial de la entidad de Oruro.
Y detalló: "Obviamente, las demandas se nos han iniciado por el monto total, mas allá de que el jugador quizá sólo se llevaba el 50% y todos esos reclamos son los que hoy nos están quebrando. Algunos futbolistas ni siquiera jugaron un amistoso pero firmaron un contrato, entonces obviamente piden cobrarlo. En la Federación, tenemos una deuda de u$s 750 mil por demandas del mismo estilo".
A la vez, en cuanto a las cantidades que se deben, puntualizó: "Tenemos una deuda ante impuestos nacionales por u$s 1.550.000, deuda por el uso de estadio por unos u$s 35 mil y gastos menores de u$s 50 mil. Nosotros no podemos pagar todas esas deudas porque tenemos dineros por derechos de TV por u$s 420 mil que no fueron entregados a nuestra institución. Es la única institución a la que no le han entregado dinero alguno, el ex entrenador (Eduardo) Villegas) hizo un reclamo a FIFA y, por eso, hemos perdido 6 puntos incluso".
Después del partido en La Paz que sentenció el descenso de San José, los jugadores, visiblemente afligidos, manifestaron que han estado pasando "por momentos muy complicados" y que los problemas en el último tiempo "se agrandaron". Así lo dijo el portavoz del grupo Kevin Fernández.
El jugador explicó que en la cancha buscaban olvidar "todos los problemas externos" para dar lo mejor de sí a pesar de que a varios futbolistas y administrativos se les debía entre cinco y quince meses de salario.
"No viajamos como un club profesional, no tenemos la alimentación debida, viajamos casi sobre la hora", relató Fernández.
Al respecto, Araníbar justificó: "La Federación Boliviana se está convirtiendo en un agente de retención y es algo que no puede hacer. Nos negaron el derecho de entregarnos ese dinero y con la excusa de que no hubo directorio que pudiera cobrar, nos han retenido todo ese dinero. Por eso, queremos presentar una nota de queja en FIFA y en Conmebol. Nuestro club mendiga poder participar en la liga profesional, pero no tenemos respuesta de forma positiva en la Federación para darnos una solución al problema económico".
Durante el campeonato de este año, San José de Oruro empató un partido, perdió 21 y no ganó ninguno. Anotó únicamente 6 goles y recibió 71, por lo que el próximo año deberá disputar el Campeonato Departamental de Oruro.
El equipo de la V azul fue fundado en 1942 y esta es la segunda vez que pierde la categoría, puesto que su primer descenso se produjo en 1999. Consiguió retornar al máximo nivel de competición un año después.
El equipo, caracterizado por una apasionada hinchada presente en todas las regiones del país, también participó ocho veces de la Copa Libertadores y cuatro veces de la Sudamericana.
En el cierre de su conversación con Doble Amarilla, Araníbar asegura que, para mejorar, se necesita una reconstrucción total. Para eso, sentencia: "Hay que generar una masa solitaria leal al club, participativa, crear conciencia en los empresarios de Oruro para que la institución vuelva a la liga profesional. Buscamos apoyo de nuestro departamento para lograr todo lo que necesitamos y encontrar soluciones. Vamos a empezar a preocuparnos por volver a jugar".