Tras los graves incidentes en Brasil, Peñarol recibirá a Botafogo sin visitantes en la semifinal de vuelta
Luego de los incidentes que protagonizaron barras de distintos clubes de Brasil con los hinchas del "Carbonero", se acordó que sólo asistan hinchas locales al Estadio Campeón del Siglo para evitar posibles represalias.
La vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores entre Peñarol y Botafogo se disputará en el estadio Campeón del Siglo sin público visitante, para evitar posibles represalias tras los incidentes ocurridos en Río de Janeiro la semana anterior.
De esta manera, se espera que unos 40.000 seguidores del “Carbonero” se hagan presente con la ilusión de acompañar al equipo que tendrá la dura misión de intentar revertir el 0-5 que sufrió en Brasil en el Estadio Nilton Santos.
La medida fue anunciada por la Ministerio del Interior de Uruguay, que detalló: “El encuentro del día 30 de octubre a las 21:30 horas en el Estadio ”Campeón del Siglo", entre el Club Atlético Peñarol y Botafogo de Futebol e Regatas, se disputará únicamente con público de la parcialidad local".
“Los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Río de Janeiro desencadenaron una serie de sucesos que aumentaron el clima hostil, que no hacen más que poner en evidencia el alto riesgo que supone la disputa de dicho encuentro deportivo con ambas parcialidades”, agregó.
Qué sucedió en la previa de la ida en Río de Janeiro
La Copa Libertadores sumó un nuevo capítulo de violencia y nuevamente en tierras brasileñas, ya que barras de Botafogo junto a gente de Fluminense y Palmeiras atacaron en Río de Janeiro a seguidores de Peñarol, que dieron rienda a una batalla campal que terminó con más de 200 detenidos.
Las imágenes impactantes causaron conmoción en el fútbol sudamericano, ya que fue la previa del encuentro que los brasileños vapulearon por 5-0 al equipo de Uruguay.
En videos publicados en las redes sociales, se observan personas caracterizadas con ropa del equipo uruguayo, en la zona de Recreio, arrojando piedras, sillas, mesas y otros objetos a vendedores ambulantes y personas que pasaban por el lugar.
Instantes después aparecieron al menos dos motos y un micro, que había trasladado a los hinchas uruguayos, prendidos fuego. Además, desde la prensa brasileña informaron que un carrito utilizado para guardar carpas y reposeras fue saqueado, y los postes de esos artículos fueron usados como armas, mientras que las mesas y las sillas sirvieron de escudos.
Por su parte, la Policía local actuó lanzado bombas de estruendo, balas de goma y gases lacrimógenos para intentar disuadir a los violentos y calmar los desmanes.
Según lo comunicado por el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, hay más de 200 detenidos por los incidentes.
“Río no es un lugar para problemas. Ordené a la policía arrestar, llevar a la comisaría y escoltar fuera de Río de Janeiro a los hinchas de Peñarol que están causando gran confusión en la Zona Oeste”, señaló el funcionario a través de la red social X.
“El fútbol es un deporte de celebración y unidad. No permitiremos que estos criminales trastornen la vida cotidiana de la población con actos de salvajismo y vandalismo. Escenas como estas no se pueden repetir”, agregó Castro.
El Tribunal de Rio de Janeiro ordenó la detención de 21 hinchas de Peñarol
Tras los incidentes, el viernes el Tribunal de Rio de Janeiro ordenó la detención de 21 hinchas de Peñarol por actos de vandalismo en la Playa Recreo. Según los informes oficiales, los aficionados del “Carbonero”, que eran más de 250 en las cercanías al Estadio Nilton Santos, estaban armados con palos.
22 de los mencionados fueron detenidos por la Policía Militar mientras que el resto fue escoltado hasta la salida de la ciudad en incidentes que no habrían contado con roces con la fanaticada de Botafogo, según informaron medios de comunicación local. Sobre el mediodía de este viernes, uno de los retenidos fue puesto en libertad.
A su vez, según informó el medio brasileño GE, la confusión se produjo el miércoles por la mañana, donde hubo saqueos a los comerciantes locales y hasta un uruguayo fue detenido por robar un celular en un quiosco. Otras tiendas de campaña en la playa, así como coches y motocicletas estacionados, resultaron dañados.