Un futbolista uruguayo blanqueó su depresión y ataques de pánico por no poder ver a su familia por la pandemia
Se trata de Leandro Reymúndez, de actualidad en el Iberia de Segunda División. Se instaló hace poco en el club, a la espera de que pueda emigrar su esposa e hija. Sin embargo, el país trasandino cerró sus fronteras por la segunda ola de coronavirus. Hizo innumerables pedidos en el Consulado y a través del sindicato de futbolistas, pero no obtuvo respuestas. Está sufriendo falta de apetito y mucha angustia, entre otros problemas.
A veces la segunda ola de coronavirus provoca falta de empatía con las situaciones particulares de cada persona. La salud es importante, pero las emociones también forman parte de la integridad física. Hoy Leandro Reymúndez, futbolista uruguayo con actualidad en Chile, está pasando por un auténtico infierno tras no poder ver a su esposa e hija por las restricciones sanitarias.
El jugador tiene 29 años actualmente milita en el Iberia de la Segunda División chilena. Tuvo pasos por clubes uruguayos como Cerro, Wanderers Sud América y Fénix. Además de Iberia, también jugó en Coquimbo Unido. Pero el partido más importante de su vida actualmente es contra su propia salud.
“HASTA ACÁ LLEGUE... necesito AYUDA PORFAVOR, ¡la DEPRESIÓN ha llegado a mi vida!”, comenzó diciendo en un extenso hilo de Twitter, donde pasó a describir el problema que está transitando él y su familia.
Reymúndez llegó hace poco a Chile con el fin de terminar de instalarse y así poder traer consigo a su familia. Sin embargo, la gestión de Sebastián Piñera anunció hace tiempo el cierre de fronteras y todavía sigue sin lograr que su pareja e hija de cuatro años puedan viajar.
“Lo entiendo perfectamente pero en mi caso no es por turismo, es por trabajo, y ahí empezó todo mi mal estar; día a día me fui debilitado, ya que mi hija me extraña, pide por verme y no tengo qué responderle. Mi hija al día de hoy no quiere verme por llamada porque se pone mal y triste, no quiere ir a su escuela, y muchas cosas más”, relata con tristeza el futbolista chileno.
Y a su vez, exteriorizó que está sufriendo de depresión: “Empecé a no querer comer, llorar todo el día, no poder dormir y mi notable baja de peso, ataque de pánico, una tortura realmente”.
En cuanto a las gestiones para que su familia pueda regresar, sostuvo que el club chileno, junto con compañeros y cuerpo técnico le ofrecieron ayuda y predisposición para todo lo que fuera necesario. “No encontramos una solución, no me queda de otra que pedirles por favor a todos mis colegas jugadores de futbol, y a todas la gente que pueda ayudarme a compartir”, pidió en sus redes.
“Hoy por suerte puedo expresarlo, ya que hay oportunidad de que vengan, hay excepciones pero intenté en consulado de Chile en Uruguay y sin respuestas, intenté en muchos lados y a nadie le importa la salud más que nada de una persona. ¡Y créanme que si hago esto es porque lo necesito! Porque después es fácil decir, y actuar cuando ya es tarde, es ahora... ¡Por favor tengo todo para que mi familia venga, solo necesito ayuda! Gracias...”, cerró el jugador uruguayo, arrobando a las federaciones de fútbol y a los presidentes Piñera y Luis Lacalle Pou.