Gonzalo Márquez, el DT que ascendió a Cañuelas a la B Metro por primera vez en su historia
Asumió en marzo de 2019, en dupla con Nicolás Iñiguez, con quien trabajaba en inferiores. Lograron obtener el Apertura y, a los pocos meses, el actual entrenador siguió solo. Este viernes, luego de igualar 0-0 con Real Pilar, subió a la tercera categoría. La alegría por el objetivo alcanzado, las claves del equipo, la promesa a la Virgen de Luján y la renuncia "para darle una mano al club", los temas de la charla con Doble Amarilla.
Gonzalo Márquez se convirtió en el DT que llevó a Cañuelas a la Primera B Metropolitana por primera vez en su historia. Asumió en marzo de 2019 junto a Nicolás Iñiguez, con quien trabajaba en inferiores. Ambos lograron el Apertura a finales de ese mismo año. Y este viernes, ya sin Iñiguez, el Tambero empató 0-0 con Real Pilar (ganador de la Zona Campeonato) y subió a la tercera categoría por ventaja deportiva.
En conversación con Doble Amarilla, el Zurdo expresó su entusiasmo por el histórico logro. "Obviamente que es una alegría enorme porque se cumplió un objetivo que habíamos trazado desde junio del 2019. Más que nada por eso y por los pibes que dejaron la vida por cumplirlo y por quedar en la historia del club, esa alegría es imborrable", señaló.
¿Las claves del equipo? Según Márquez, la convicción a la hora de pelear el objetivo y el esfuerzo colectivo. "Tuvimos buenos resultados en algunos momentos y padecimos en otros, pero nunca nos desviamos del objetivo inicial. El hambre y la ambición fueron las claves del equipo, porque no teníamos un jugador diferente. Hubo puntos altos, pero no hubo jugadores que ganaron los partidos solos: fue todo el equipo, todo el plantel hizo esto posible", destacó.
A su vez, expresó que, al llegar a la conducción técnica de Cañuelas, sabía que se necesitaban jugadores de experiencia, "pero con ganas de ganar cosas". "Cuando nadie confiaba en nosotros, internamente sabíamos que si jugábamos al 100%, ningún equipo nos iba a superar. Gracias a Dios se dio, todos quedaron muy contentos y conformes con los jugadores. Que los futbolistas agradezcan el laburo que hicimos en el cuerpo técnico es impagable", resaltó.
Una vez conseguido el objetivo, Márquez caminó desde Liniers hasta la Basílica de Luján para cumplir una promesa a la Virgen, hecha más allá del ascenso. "Yo soy devoto de la Vírgen de Luján porque tuve la posibilidad de jugar mucho en el Interior y las rutas son complejas. Me acompañó en los viajes que hice cada fin de semana. Cuando terminamos el Apertura, le agradecí por dejarme laburar y dije que, cuando terminara este torneo, si yo lo terminaba trabajando, iba a venir caminando", indicó.
"Al margen del resultado deportivo, tenía que cumplir por el año de laburo, ya que la Virgen me acompañó siempre. Con el sabor de la victoria del ascenso, a uno se le hace mucho más llevadero caminar, porque es complejo caminar hasta allá desde Liniers", marcó.
Pese a que el contrato con Cañuelas vencía el 31 de marzo, Márquez decidió presentar la renuncia "para darle una mano al club" evitando cobrar los dos meses hasta la finalización formal del vínculo. "Tienen este tiempo para pensar bien si seguimos o no. Si se deciden por algún otro técnico del gusto de ellos, habrá que buscar nuevos horizontes. Estamos viendo eso. Renunciamos para colaborar con el club, hay que pensar que si el fútbol existe es porque los clubes existen, pararse bien como socio y como persona. El presidente (Daniel Roncoli) me agradeció el gesto, queda ver cómo continuamos", contó.
A futuro
Más adelante, pese a las complicaciones originadas por la pandemia de COVID-19, Márquez sueña con la posibilidad de dirigir en el exterior junto su cuerpo técnico. "En mi vida personal, espero continuidad laboral, con más cosas de las que hay ahora. Estamos aguardando a que los dirigentes tomen una decisión con respecto a nuestra continuidad en el club. En caso de que sigamos, muy feliz y muy contentos, porque nos brindaron todas las posibilidades para que trabajemos tranquilos y eso es impagable. En lo personal, uno aspira siempre a lo máximo", señaló.
"Sabemos que las puertas del fútbol mundial se abren para muchísimos técnicos argentinos y hay que apostarle a eso. Inclusive dirigir en un Mundial, alguna selección de Centroamérica, buscarle la vuelta para dar un salto. Sabemos que el fútbol es muy cerrado, desde siempre son los mismos los que dirigen en Primera y es muy complejo. Apuntar a tener continuidad laboral y cuando haya que dar el salto, lo tendremos que hacer y estamos comprometidos con eso. Trabajar mucho y progresar cada día, mirando, leyendo y escuchando, que es lo único que da esa posibilidad", concluyó.