Kevin Redondo: “Jugar en la D cuesta mucho, se hace todo a pulmón”
El volante campeón con Puerto Nuevo charla con Doble Amarilla y analiza el presente de la mayoría de los jugadores de la categoría. Además cuenta cómo fue patear el penal definitivo para darle el ascenso al club y cómo es su rutina de jugar y tener otro trabajo para vivir.
Le tocó el último penal, lo convirtió sin dudar un segundo y salió corriendo a gritarlo. Kevin Redondo fue el artífice final del ascenso de Puerto Nuevo y en diálogo con Doble amarilla contó sus sensaciones: "Me dio una alegría inmensa saber que pudimos conseguir el ascenso, porque la D es una categoría muy difícil, donde todo cuesta mucho y nosotros como grupo nos pusimos objetivos cortos y conseguirlo como lo hemos hecho es muy importante para nosotros”.
En cuanto a la categoría en sí, Redondo detalle que “jugar en la D cuesta mucho, yo estoy hace muchos años. Quizás las canchas no son tan buenas como deberían ser, tienen muchos defectos y hay muchas gente que hace mucho sacrificio por tener bien a los jugadores".
"No vas a cobrar grandes sueldos y todo es a pulmón, cada equipo tiene sus falencias y la verdad que es muy difícil, no es simple jugarla y a muchos les cuesta”, agrega el jugador de 25 años.
Como la mayoría de los jugadores de la divisional menor del fútbol argentino, Kevin tiene otro trabajo para sobrevivir. “Primero entreno temprano, tipo 8 o 9 porque va rotando y después de ahí vamos a trabajar con varios de mis compañeros a una empresa de Campana, donde estamos a la cinco de la tarde y el tiempo que me queda se lo dedico a la familia".
"Cuesta mucho más porque no tenés el descanso adecuado pero también somos conscientes que no podemos vivir con el viático de la categoría, que tenemos que salir a trabajar para llevar algo más de dinero a nuestras casas, eso es jugar en la D. Yo pinto materiales de andamios para llevarlos a las fabricas, estoy ahí desde hace cuatro años, casi el mismo tiempo que hace que estoy en el club”, relata el mediocampista del conjunto de Campana.
En cuanto a la responsabilidad de patear el penal decisivo, asegura: “Estaba muy tranquilo, sinceramente no me pesó mucho. Me tocó definir la serie de nuevo, al igual que con Sportivo Barracas donde fui cuarto y ahora quinto, estaba muy contento de que me toque definir, sabía que lo iba a meter y que íbamos a conseguir el ascenso. Ahora toca descansar y aprovechar a mi nena chiquita, después de eso veré si sigo en el club o no, hay que esperar”.