Sebastián Vidal: "El fútbol se vende como apolítico y eso también es una posición política".
El ex Boca y Unión, actual "5" de Excursionistas para la pelota. Como una de las cabezas visibles del colectivo "Futbolistas Unidxs" que engloba a jugadores y jugadoras en actividad y ex futbolistas, charla con "Doble Amarilla". Su visión política, los objetivos que persiguen y una misión más allá de la política partidaria: "Vimos que había una masa crítica de jugadores que tenían ganas de hacer cosas".
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Romper con ese prejuicio que a los jugadores de fútbol sólo les interesa lo superficial es apenas una de las cosas que busca lograr el flamante colectivo "Futbolistas Unidxs" que surge como un espacio para que los jugadores que tienen algún nervio político encuentren un lugar para canalizarlo, lejos de la política partidaria, y más cerca de las cuestiones sociales y de fondo.
El ex Boca y Unión, actual "5" de Excursionistas, Sebastián Vidal es una de las cabezas de este movimiento, surgido al calor del "campo popular". Y no es casualidad. Sebastián milita hace 12 años, siempre dentro del "Campo popular", como él lo define en charla con "Doble Amarilla".
Durante su carrera hizo inferiores en Boca, club en el que estuvo por espacio de 14 años: "Llegué a los 8 años y me fui a los 20. Después empezaron a darme a préstamo. Fui jugador del club hasta los 23 años", recuerda. Pasó por diversos clubes: Unión (2010-2013), Patronato (2012-2013) y Temperley (2013-2014). Hoy tiene 30 años y hace un año y medio que está en el equipo del Bajo Belgrano.
Dentro del grupo que impulsa este colectivo, se cuentan Rodrigo Alonso (Almirante Brown), Camila uzqeda (UAI Urquiza), Matías Lezcano (Deportivo Español), Luna Yrigoyen (ELP), Hernán Campana (AC Nueva Chicago), Macarena Sánchez (San Lorenzo), Lucas Bruera (Chacarita), Manuel Brandón (Victoriano Arenas), Patricio González King (Excursionistas), Juan Ferreira (Chaco For Ever), José Luis Alcaín (Huracán Comodoro Rivadavia), Rocío Díaz (Racing Club) y Leo Di Lorenzo (Temperley).
DA: ¿Qué es futbolistas unidxs y cómo surge?
SV: Es un poco el desprendimiento de lo que fueron las dos solicitadas en apoyo a Fernández-Fernández. Vimos que había una masa crítica de jugadores que tenían ganas de hacer cosas. Lo anterior fue una herramienta electoral en su momento, éramos personas a favor de la candidatura de Alberto. Ahora, vemos que podemos hacer un trabajo de manera colectivo, más allá del sentido de la política partidaria. Nos pusimos algunos objetivos, hacer algunas actividades más territoriales, ir a jugar con los pibes en los barrios, merendereros. Actividades simbólicas y demás, dónde se pueda hablar de fútbol, DDHH, feminismo.
DA: ¿Cuándo decide el colectivo apoyar a Evo? ¿En qué momento de los hechos?
SV: Nosotros tuvimos algunas reuniones después de las elecciones y ya teníamos el espacio listo. Tuvimos charlas de lo venía pasando en la región, en Venezuela, en Chile y teníamos coincidencias en el balance que hacíamos de la cuestión. Lo de Bolivia nos vino bien para hacer el lanzamiento, digamos que nos apuró un poco.
DA: ¿Qué tanto prejuicio encierra la idea que al futbolista, en general, no le interesan estos temas de política?
SV: Hay un poco de todo. Es una proporción similar a la que hay dentro de la sociedad. No todos los ciudadanos están politizados y en el futbol pasa lo mismo. Dentro de los que estamos politizados, hay muchos que no se expresan, por miedo o temor a represalias. El poder es muy cruel con eso. Si alguien dice algo, después la prensa le busca opinión en cuanta cuestión política sucede. Pero nosotros apuntamos a esos futbolistas, los que no se expresan por temor. Después, con los que no tiene la cuestión de involucrarse es difícil generar algo.
DA: ¿Cómo toma las críticas de quienes dicen que están politizados en lugar de jugar a la pelota?
SV: Como soy militante hace muchos años y he sufrido todo tipo de calificaciones y agresiones simbólicas. La crítica va a venir. Uno a veces trata de ignorarla, otras veces se enoja. Estoy convencido en que uno como futbolista, sin ser más ni menos que nadie, puede expresarse, desde un marco de organización colectiva. Que una persona pueda tener problemas en su trabajo, por lo que piensa, eso se llama fascismo. No hay que naturalizar eso. Dejemos de hacerlo. Queremos poner en discusión eso. Hoy en día a mi equipo no le está yendo bien, el año pasado peleamos en el torneo. Y yo soy el mismo. Milité el año pasado, este y hace 12 años. Le pongo el cuerpo a ser uno de los que haga la transición, que se coma los golpes, pero que sirva para que los jugadores puedan liberarse.
DA: ¿Usted siente que el fútbol la juega de apolítico?
SV: El fútbol la juega de apolítico y eso es una posición política, también. El Mundial ’78 también fue una utilización política del fútbol. Además, la realidad muestra otra cosa, el actual presidente, fue presidente de un club de fútbol muchos años. Lammens es presidente de un Club. Entonces, sí está politizado. Al fútbol se lo quiere vender como un producto y en ese contexto, capaz no conviene salir con una remera de las abuelas o con un pañuelo del aborto. Ellos plantean que “el fútbol une” porque no quieren que el negocio se vuelque para un lado o para el otro. Quieren mantener al fútbol al margen porque no quieren perjudicar el negocio.
DA: ¿Cómo hace para expandir esta idea de que el fútbol debe opinar en estas cuestiones a sus colegas?
SV: Hay dos cosas. Nosotros tenemos jugadores en casi todos los planteles, a partir de lo que se ha ido firmando en esas dos solicitadas. Ojo, eso no quita que uno también mira contra el rival que va a jugar el fin de semana y piensa en el partido que viene. Es una salvedad estúpida, pero la hago nuevamente. Esto abrió la discusión en varios planteles. Hay una realidad que nos pasa por encima, que es la politización absoluta de América Latina en relación a lo que está viviendo la región.
DA: Esto que pasó en Bolivia, lo que está sucediendo en Chile, la salida de Lula de la cárcel, la vuelta del peronismo al gobierno en Argentina, elecciones en Uruguay este fin de semana, ¿cómo definen estos tiempos actuales en América Latina?
SV: Es la pregunta de esta época. Yo sigo mucho a García Linera, que era el vice de Evo, que hace un par de años desarrolló el concepto de “Empate hegemónico”. Hoy eso es lo que sucede: hay dos grandes modelos de países, de región, que ambas tienen mucha adhesión popular, ambas están muy movilizadas. Es en ese marco dónde se discuten las diferencias. El gran desafío y obligación que tiene la dirigencia es que todo se salve de manera pacífica. Las escaladas de violencia siempre sabes como arrancan, nunca como terminen.
DA: ¿Cual es la idea con este espacio? ¿Cómo seguirán?
SV En principio la idea es mantener un espacio de reunión activo. La idea es tener una vez por mes algún actividad más pública, una charla, un debate, con diferentes figuras del fútbol y del deporte. Más allá de lo político-partidario, la idea es que los jugadores participen más allá de la filiación, ponele que un jugador nos diga: “Che, yo no estoy a favor de x, pero sí me copa la idea de ir a jugar a un merendero”. Bueno, que venga. No queremos que la política partidaria interfiera, más allá de lo que cada uno piensa, en nuestras acciones.