Asunción, Miami y Doha pican en punta para el River-Boca: los pro y los contra de cada sede
La capital paraguaya, la ciudad estadounidense y la ciudad qatarí son las principales opciones de Conmebol para definir esta controvertida edición de la Copa Libertadores. Las ventajas y desventajas de cada sede en una decisión que será exclusiva de Alejandro Domínguez.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) "El partido será jugado en el exterior, porque no están dadas las condiciones para que se juegue en el territorio argentino. Conmebol informará oportunamente, si se juega, si será el sábado 8 el domingo 9 y en qué país será", fue la frase con la que Alejandro Domínguez anunció la Superfinal de América entre Boca y River, si el Tribunal de Disciplina lo habilita. A partir de ese momento Doble Amarilla está en condiciones de afirmar que las opciones que maneja Alejandro Domínguez son tres: Asunción, Miami y Doha.
¿Por qué estas tres opciones? ¿Cuáles son los pros y contras de cada alterantiva? Desde la segunda suspensión hasta anoche el presidente de la Conmebol y su círculo íntimo delinearon alternativas y entre las opciones de la región quedó Asunción porque Domínguez conoce a todos los actores y, con un encuentro a puertas cerradas, se garantiza el desarrollo de esta final y la coronación del campeón. Los organismos de seguridad y los actores de la organización de un encuentro de estas características no tienen secretos para Domínguez que podría definir jugar este partido el domingo 9 de diciembre en, literalmente, su casa. Sin embargo, la imagen de una final entre Boca y River en un estadio como la Olla General Pablo Rojas o el Defensores del Chaco no tendría el glamour pretendido ni sería un gran negocio económico.
En el caso de Miami es la opción más interensante a nivel de show y de negocio económico porque permitiría además afianzar al relación con Concacaf, con quién Conmebol tiene planeado hacer una Copa América en 2020 y reeditar el éxito de la Centenario 2016. Asimismo, llevar este partido al Hard Rock Stadium (con capacidad para más de 75 mil espectadores), sería un guiño a la cadena televisiva Fox Sports, aliada estratégica de Conmebol para resarcir las dos suspensiones y, además sería una garantía de seguridad por la visa y los controles que tiene Estados Unidos de ingreso al país.
Por último, Doha es la alternativa del desde hace tres años aliado estratégico de Conmebol y de esta gestión Domínguez: Qatar. El organizador del próximo Mundial pretende tener la mayor cantidad de eventos en esta cuenta regresiva de cuatro años hasta su gran evento. Su proximidad con los Emiratos Árabes Unidos posibilita que el campeón viaje directamente al Mundial de Clubes. Sin embargo, a la conducción de Conmebol al igual que Miami le hace ruido definir esta serie fuera del territorio sudamericano.
¿Quién definirá la sede? Habrá consultas a su círculo rojo en Asunción pero la decisión será exclusivamente de Alejandro Domínguez. El dirigente paraguayo ya vivió un fin de semana para el olvido y ahora necesita pensar exclusivamente en la reconstrucción de su reputación ante FIFA y los ojos del mundo, en primer lugar, y luego de la Conmebol como institución.