Con contactos presidenciales, Conmebol analiza Asunción y Montevideo para la definición de sus torneos
Se maneja, con un perfil muy bajo, a las capitales de Paraguay y Uruguay para la definición de Libertadores y Sudamericana. En Luque están atentos a cómo resulta la experiencia de UEFA en Lisboa y Alemania para resolver Champions y Europa League. Los sponsors y los dueños de los derechos ya levantaron el pulgar. Alejandro Domínguez ya habló con ambos presidentes: Mario Abdo Benítez y Luis Lacalle Pou.
Las opciones para definir las ediciones 2020 de las Copas Libertadores y Sudamericana tienen una opción arriba de la mesa: llevar a Asunción y Montevideo las definiciones de las instancias finales de ambos torneos aprovechando que tienen baja circulación del virus y en enero podrían recibir los cuartos de final, semifinal y final. Conmebol esperará cómo resultan las experiencias Lisboa y Alemania para UEFA con Champions y Europa League... pero ya activó los contactos presidenciales pertinentes con Mario Abdo Benítez y Luis Lacalle Pou.
Si bien en la sede de Conmebol niegan cualquier tipo de posibilidad de modificar la estructura actual de ambos torneos y siguen manteniendo la línea que ambos torneos se definirán y disputarán tal cual estaba previsto, Doble Amarilla pudo confirmar los contactos de Domínguez con ambos primeros mandatarios al que se les planteó un posible escenario.
Con un panorama muy dispar en la región con la vuelta al fútbol y situaciones sanitarias muy distintas, en la Confederación se trabaja con tres bocetos para definir las competencias. En uno de ellos se plantea definir los octavos de final de ambos torneos antes de completar este 2020.
Si se llega a este escenario, en la sede de Luque podrían activar un proyecto de definición mundialista a simple partido en una sede, que sería Asunción para la Libertadores y Montevideo para la Sudamericana. De esta manera, los estadios Maracaná de Río de Janeiro y Mario Kempes de Córdoba pasarían automáticamente a ser sedes de las ediciones 2021.
Alejandro Domínguez mantuvo contactos con un perfil muy bajo y planteándolo como una posibilidad con ambos presidentes: Mario Abdo Benítez y Luis Lacalle Pou, para saber si estarían en condiciones de realizar esta organización y la respuesta, en ambos casos, fue positiva; porque además de lograr visibilidad internacional, permitiría difundir el buen manejo que tanto Paraguay como Uruguay realizaron sobre la pandemia del coronavirus.
Todavía es una opción, pero Conmebol trabaja en varios escenarios y uno plantea una posibilidad para definir ambas Copas en un formato mundialista, muy atractivo para los sponsors, y que dejaría libre el calendario en febrero para comenzar con las ediciones 2021, en un año con Copa América en junio/julio.