(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Innovador fue, sin duda. Un día, de pronto, los árbitros empezaron a portar un aerosol, del tamaño de un pequeño desodorante, ideal para marcar la famosa "distancia" de la barrera al ejecutador de un tiro libre. Así, la tecnología, servía para borrar -o intentar- las avivadas de antes, cuando la barrera se adelantaba 1,2 o 3 pasos cuando el árbitro se daba vuelta para indicar desde dónde había que patear.

Ese invento que en aquel momento fue el salvoconducto y un asegurador más del 'Fair-Play' hoy genera un escándalo que aún puede crecer mucho más, con un resarcimiento millonario de u$s 80 millones sobre la mesa. Es que la FIFA enfrenta el litigio de la firma SPUNI, empresa de marketing y comercio deportivo, cuyas caras visibles son el argentino Pablo Silva y el brasileño Heine Allemagne.

SPUNI demandó a la FIFA en 2017. ¿El motivo? En reclamo del cumplimiento de un precontrato por la compra de la patente del producto denominado 9.15 -por la distancia que debe marcar el árbitro, en metros, en los tiros libres-. El acuerdo inicial entre FIFA y Spuni era por u$s 40 millones de dólares. Sin embargo, FIFA desconoció dicho acuerdo, que tuvo como protagonistas a Julio Grondona, que era uno de los vices del organismo con sede en Zurich y tras la salida de Joseph Blatter, con la sombra del FIFA-Gate encima.

Con la llegada de Gianni Infantino, ese acuerdo quedó sin efecto. Al menos, FIFA no pagó, pero no dejó de utilizar la herramienta: se valió de un nuevo spray. Así, la mesa para el litigio quedó servida y, en las últimas horas, hubo un revés para la firma Spuni.

La 'cancha' donde se juega este 'partido' son los Tribunales de Río de Janeiro. Allí Spuni está accionando legalmente contra FIFA. Un Juez de primera instancia de Brasil validó la patente de SPUNI en 44 países y, también, le prohibió a la FIFA la utilización del aerosol. Sin embargo, en el Mundial de Rusia 2018, el producto dijo presente.

Esa decisión de FIFA le podría costar caro, en el más literal sentido de la palabra. El organismo afronta una multa de u$s 15 mil por cada partido en el que usó el producto y, eso lleva la multa a u$s 80 millones, el doble del contrato inicial contraído por Spuni con la FIFA de Blatter. 

Ahora, el revés para Spuni llegó a través del dictamen técnico del Instituto de Propiedad Industrial de Brasil (INPI), que declara "nula la patente PI0004962-0, otorgada indebidamente en 2010 a SPUNI por INPI". Entre sus argumentos, el INPI asegura que "no se puede considerar un invento innovador o único porque no reúne los requisitos".

Al documento que esgrimieron con esos argumentos desde el INPI tuvo acceso "Doble Amarilla". El mismo está fechado en febrero 2020, así hace lugar al reclamo presentado por FIFA, que argumentó que hubo "falta de claridad, justificación y divulgación de la patente que permitía la elaboración del spray". El INPI indica que la patente que concedió el propio INPI no debió ser otorgada a Spuni.

En ese fallo, el INPI ordena a Spuni "reembolsar los costos judiciales y del litigio, así como el pago de los honorarios de abogados en una cantidad correspondiente a un 20% del valor del caso judicial, sujeto al ajuste de inflación hasta la fecha, de pago efectivo".

Además, en el documento del INPI se realiza una detallada descripción del producto y se especifica los porcentajes de agua, sulfato de sodio, cloruro de sodio, betaina, dietanolamina, triazina, óxido de dimetil amina, pigmento reducido en agua y propano, sus componentes.

Este es un punto importante, porque la FIFA consideró que la conformación de la espuma "es demasiado amplia y permite la presencia de ingredientes adicionales". Es más, en el Mundial Sub 17 del año pasado en Brasil, FIFA obtuvo la autorización judicial para utilizar un spray diferente al 9.15, pero que cumplía la misma función.

Pablo Silva, la pata argentina de Spuni, es periodista también y tiene la idea de encontrarle la vuelta al problema del adelantamiento de las barreras y demás. Primero, encontró el aerosol, luego quién lo desarrolle y, más tarde, se lo acercó a Julio Grondona, quién presidía la AFA. Eso ocurrió en 2008 y, ese mismo año, debutó el producto en el fútbol argentino.

Luego, llegó la sociedad con Allemagne y el producto salió de la Argentina y explotó. En la Copa América Argentina 2011 tuvo su lanzamiento internacional y, en 2012, fue aprobado por la International Board. Dos años después el gran debut: Brasil 2014. Y al poco tiempo, la muerte de Grondona y la salida de Blatter que pusieron ruido a un acuerdo multimillonario. 

'Doble Amarilla' se comunicó con Pablo Silva, quién evitó opinar sobre el fallo, el documento del INPI o cualquier cuestión relacionada a las últimas noticias. Sí remarcó que de todo lo que ocurrá de acá en más se ocupará su abogado.