¿Qué opinan los especialistas sobre los aumentos de Covid-19 en el fútbol y qué se debe hacer para disminuir el riesgo?
El deporte más popular del país no está en jaque, pero sí más expuesto que en 2020 en materia epidemiológica. La circulación es mayor, la agenda de partidos es superior y los cuidados, debido al relajamiento, son menores. En ese sentido, AFA y la Liga anunciaron medidas para extremar los protocolos. Desde sugerencias higiénicas, reducción del personal hasta posibles sanciones por incumplimientos de las restricciones. Doble Amarilla, para tener un panorama más claro en cuanto a medidas, riesgo y consecuencias médicas, dialogó en exclusiva con Alejandro Roncoroni, titular de la Comisión Médica de la Liga, con Daniel Stecher (infectólogo) y Alberto Asenjo (cardiólogo deportólogo).
El martes fue un día intenso para los dirigentes del fútbol argentino. Las infecciones por coronavirus se siguen dando en los clubes e incluso con algunos brotes importantes. Uno de los detonantes fue el caso de Julio César Falcioni en Independiente, que por cierto, hoy se confirmó vía PCR que porta el virus. Ante esto, ¿en qué situación está el deporte más popular del país y cómo se prepara para afrontar la segunda ola y todo su calendario de 2021?
Tras el pedido del gobierno nacional de redoblar los controles, AFA y la Liga tomaron ayer nuevas medias para frenar el brote en el fútbol. Mientras la Casa Madre apunta a volver a una fase 1 adaptando un nuevo protocolo y reforzar los controles, desde la cúpula de Primera División lanzaron instrucciones de reducción de personal, testeos aleatorios y recomendaciones como evitar las concentraciones.
“A partir de los próximos días, se realizará inspecciones para corroborar el exhaustivo cumplimiento de todas las medidas. De no cumplirse las mismas, se elevará un informe al Tribunal de Disciplina a fin de que obre conforme su competencia”, plantearon desde AFA en un comunicado oficial.
En conjunto, AFA y la Liga concuerdan en la idea de aplicar sanciones a quienes no cumplan con los protocolos sanitarios. Es que los dirigentes reconocen que hay un “relajamiento general” en los planteles en cuanto a los cuidados y, en un contexto de aperturas y alta circulación de personas, donde el riesgo social es mayor, los futbolistas no están exentos como sujetos sociales que también tienen una vida afuera del club.
“Esto tiene que ver con lo que está pasando en el país, el fútbol no está exento a lo que está pasando en la sociedad. Partiendo de eso, creo que dentro de los clubes no se están haciendo las cosas del todo bien o de forma estricta. Han habido distintos brotes y lo entendemos, pero no escapa a la realidad sanitaria”, le dice a Doble Amarilla Alejandro Roncoroni, médico de Argentinos Juniors y titular de la Comisión Médica de la Liga Profesional.
Roncoroni sostiene que se está viendo en el fútbol “el mismo relajamiento que hay en la calle”. Es por eso que definieron “ajustar algunos ítems” para evitar mayores focos de contagios. “Acá nadie desliga responsabilidades”, advierte, reconociendo que sólo se puede mejorar readaptando protocolos y pidiendo mayor responsabilidad individual.
Lo mismo dijo Donato Villani, jefe del Departamento Médico de AFA. “El año pasado tomamos una postura de seguir lo que diga el Gobierno. Lo que dispongan, la AFA lo va a seguir. Si hay que apretar las clavijas y extremar los cuidados, se hará”, afirmó en declaraciones radiales.
“No importa qué hagas vos con tu vida, importa lo que haces con la mía. Hay que entender que no hay que cuidarse por uno, sino también por el del que tenemos al lado. Hoy las responsabilidades individuales se ven reflejadas en lo grupal”, le agrega Roncoroni.
El médico de la Liga sostiene que los protocolos que elaboró el fútbol argentino “fueron eficientes” y que quedó evidenciado en la no suspensión de partidos de la Liga Profesional, donde se respetó el calendario.
En cuanto a las fallas que se están dando, profundiza: “Lo de compartir el mate lamentablemente sigue pasando. Hay que ser categóricos en la educación y la insistencia. Pero no es sólo con el mate, es también con acciones de juego. Por ejemplo: está haciendo calor, hay un foul, el que está más cerca de la línea se acerca para pedir agua, el que está más lejos también lo hace y le termina compartiendo esa botella. O hay un banderazo en la puerta y los jugadores se sacan fotos con gente sin barbijo y donde saltan con los hinchas. Nosotros podemos escribir el protocolo, pero después también hay muchas responsabilidades individuales”.
Los infectólogos, para nada sorprendidos
La mirada de esta rama profesional de la Salud suele ser difícil de digerir para la población, pero es imposible negar los hechos. Es lógico que nadie quiera cerrar comercios o restringir la circulación, pero los infectólogos vienen advirtiendo los riesgos del exceso de gente en la calle y la falta de control por los cuidados.
En ese sentido, Daniel Stecher, jefe de Infectología del Hospital de Clínicas, le manifiesta a Doble Amarilla sobre el aumento de casos en el fútbol: “No me sorprende en lo más mínimo. Es algo esperable la cantidad de casos. Estamos hablando de un deporte de grupo y de contacto, donde es muy difícil cumplir medidas de aislamiento. Preguntemos también cuántos partidos se jugaron el año pasado y cómo estaba la circulación en esa misma etapa. Claramente hay más actividad futbolística y circulación. Eso explicaría la cantidad, sumado al cansancio para maximizar los cuidados sanitarios. Pero esto está pasando en el fútbol europeo y en la NBA, no es algo único de nuestro país”.
En cuanto a los protocolos de los clubes y el cómo proceder, advierte: “La regla del contacto es: si yo tengo un caso confirmado, los que lo rodean deben aislarse. Igual si tenés 10 tipos cambiados en un vestuario, y uno tiene covid, y yo los testeo para que dé negativo y que sigan jugando, no es la respuesta. Ese vestuario debe aislarse diez días. Obviamente que es una medida poco agradable, pero no se le puede encontrar otra vuelta, queda demostrado. Esas personas pueden desarrollar el covid-19 en siete días, aun con resultado negativo. En el personal de salud hacemos esto”.
En cuanto a los cuidados durante la semana, indica que “las burbujas son difíciles de mantener a rajatabla”. Y este punto no es menor, porque lo que coinciden infectólogos y médicos de la Liga es que el mayor riesgo está en el trabajo de la semana, y no en el partido de la fecha. Es decir, es más riesgosa una concentración que un partido de contacto durante los 90 minutos.
“En el partido no hay riesgo, y en el entrenamiento tampoco en tanto y en cuanto se cumplan las pautas fijadas. Lo peligroso son las concentraciones, las charlas técnicas en lugares cerrados y el contacto con los hinchas. Lo que hace la diferencia es la distancia social, el lavado de manos y el uso del barbijo”, le dice Roncoroni a Doble Amarilla.
¿El covid es también un golpe al corazón del futbolista?
Es una hipótesis en la que están trabajando los profesionales. Como punto de partida, notan que el coronavirus será más grave que una gripe para el deportista de alto rendimiento. En primer lugar porque es una enfermedad sistémica y que puede perjudicar varios órganos del cuerpo. Es por eso que también los protocolos indican que la recuperación de un jugador post covid debe ser con trabajos aislados hasta recuperar el ritmo cardíaco y así evitar inconvenientes.
“La situación hoy es bastante confusa, porque se pasó de no conocer nada de la enfermedad a conocer poco. Se evolucionó, pero todavía siguen habiendo dudas. La mayor preocupación con el covid-19 y el deporte se relaciona con que un deportista pueda sufrir una muerte súbita en pleno ejercicio. Hasta ahora son muy pocos casos reportados”, le indica a este medio Alberto Asenjo, cardiólogo y ex presidente del Comité de Cardiología del Ejercicio, que integra la Federación Argentina de Cardiología.
En la misma línea, amplía: “Lo que se varió mucho fue con respecto a la repercusión que puede tener un deportista a nivel cardíaco. En mayo de 2020 salió un trabajo con 100 pacientes que habían tenido covid, a los que se les hicieron resonancia y marcó que el 60% tenían un compromiso cardíaco, y no eran pacientes graves. Pero luego vieron que en realidad eran hallazgos previos, no necesariamente relacionados con el coronavirus. En el caso específico de deportistas, que tuvieron covid con síntomas, quizás hasta un 20% puedan tener alguna repercusión cardíaca, que mayormente es mínima y con el tiempo se va. Se está estimando, pero todavía no lo sabemos y necesitamos hacer más estudios”.
“¿El riesgo es mayor que una gripe común o no? Esa es la pregunta. Sobre la gripe nunca hicimos nada, porque se va y vuelve a entrenar. Hoy es distinto, puede dejar secuelas. En principio, parece que es más peligroso, aunque poco frecuente”, le agrega a este medio.
En esa línea, Roncoroni adelanta que “en breve vamos a hacer un estudio, pero con esta cantidad de casos los planteles van a empezar a tener la inmunidad de rebaño, porque hay clubes que tienen a más del 65% del plantel infectados”.
Por su parte, en cuanto al riesgo cardíaco, Stecher sostiene que “la enfermedad puede tener impacto cardiovascular”. “A veces hay inflamación miocardia, y esto sí puede dejar una secuela. Lo hemos visto mayormente en pacientes con más factores de riesgo. Se supone que un jugador competitivo tiene un cuidado distinto, por lo cual tendrán menos secuelas. Pero si un jugador sufre una miocarditis, hay que sentarse para ver su evolución”, profundiza.
“En el protocolo también se habla de posibles riesgos post covid-19. Eso está marcado también en el protocolo, donde hay instrucciones de alta con estudios cardiológicos específicos para evitar la miocarditis inflamatoria”, le agrega Roncoroni a este medio.
El fútbol sigue en alerta y quizás estas medidas puedan ser solo el comienzo. Si bien desde el Gobierno y la propia AFA descartan la suspensión de las competiciones, es una señal de alerta para que todas las partes empiecen a tomar mayor conciencia de lo que está en juego. Esta semana iniciarán los nuevos controles y seguirán los monitoreos para corroborar que los clubes cumplan a rajatabla los protocolos. El fútbol inicia un camino donde buscará evitar lo peor: que la pelota vuelva a frenarse.