¿Quién fue el "Oso" Pereyra"?
Fue mano derecha de Rafael Di Zeo y luego se distanció. Hasta su muerte era uno de los hombres más pesados en la jerarquía de la barra disidente de Boca comandada por Fido De Vaux. A su vez no asistía a la cancha por prohibición de concurrencia y por la enemistad que cursó en los últimos años con Di Zeo y Mauro Martín.
Gustavo Adolfo "El Oso" Pereyra fue uno de los hombres más pesados en la jerarquía de la barra disidente de Boca que comanda actualmente Fido De Vaux. Solía ser la mano derecha de Rafael Di Zeo pero en la actualidad se encontraban enemistados. Ambos fueron condenados por los actos de violencia ocurridos en La Bombonera en marzo de 1999, en un amistoso contra Chacarita. La sentencia fue por 3 años y 10 meses.
En la madrugada de hoy, Pereyra fue acribillado al recibir siete disparos en un presunto ajuste de cuentas. El ataque sucedió ayer en su casa y falleció horas más tarde en el Hospital Arturo Oñativia de Rafael Calzada en Lomas de Zamora al que fue trasladado en estado desesperante. Los barrasbravas del elenco Xeneize estuvieron presentes en el hospital hasta su deceso.
También fue procesado junto a los hermanos Di Zeo y otros barras por incidentes, también en un partido contra el Funebrero, esta vez en un encuentro oficial, que ocurrieron en agosto de 2003.
En la actualidad no se van a encontrar imagenes de "El Oso" ya que no iba a la cancha por prohibición de concurrencia y por su enemistad con los Di Zeo y también con Mauro Martín, jefes de la barra oficial Xeneize (La Doce).
Por estos días Pereyra se había convertido en uno de los referentes de la barra de Claypole, que juega en la Primera D, de fútbol argentino, junto a Jonathan Kresta. Al parecer, ahí hacía negocios vinculados a la compra y venta de droga. Ambos integraban una ONG que buscaba “recaudar” fondos para ir al Mundial.
Pereyra, hasta 2017, trabajaba en una empresa de seguridad privada. Era custodio y vivía con su madre, Elba. Los investigadores indican que el asesinato del exbarra de Boca no habría tenido nada que ver con la cuestión de la hinchada, sino con un posible ajuste de cuentas del narcotráfico.