Como si la brisa de City Bell y la arboleda histórica del predio pincha hubiera surtido efecto en los cuerpos de los jugadores, este miércoles se vivió un momento tenso en la práctica. Tan tenso fue, que Nelson Vivas, reconocido por su ímpetu y temperamento, fue quien tuvo que poner paños fríos.

La práctica de fútbol trasncurría con normalidad, hasta que el marcador de punta izquierdo de los suplentes Lucas Diarte se cruzó con el marcador de punta derecho de los titulares, Matías Aguirregaray. Trabaron la pelota de manera fuerte, y en la acción, salió victorioso el juvenil. Eso parece no haberle gustado al temperamental uruguayo, que le tiró un trompazo a Diarte a la vista de todos, inclusive de la prensa que estaba en el entrenamiento.

Esto significó la lógica reacción de compañeros, que intentaron separar. Vivas, silbato en boca, convocó a los jugadores, los obligó a darse la mano y dio por finalizada la práctica.