Arsenal aprovechó las imprecisiones de Racing y ganó en Sarandí. Los de Sergio Rondina sorprendieron y se impusieron por 2-1 con goles de Jhonatan Candia y Gastón Suso. Descontó Tomás Chancalay en la Academia, que perdió la chance de meterse en los primeros 4.

A raíz de la derrota, Racing se mantiene con 15 puntos y quedó en el quinto lugar de la tabla, mientras que Arsenal, luego del triunfo, logró su segunda victoria del torneo, alcanzó las ocho unidades -al igual que Platense- y continúa en la última posición.

Racing arrancó mejor y se paró firme en su propio campo y en el del rival, lo cuál le dio la posibilidad de tener la iniciativa e intentar inquietar al local desde el inicio del partido.

Los delanteros Iván Maggi y Enzo Copetti se mostraron como claras referencias en ataque por lo que fueron buscados por sus compañeros tanto desde la mitad del campo como con pelotazos desde el fondo.

Leonel Miranda manejó la mitad de la cancha de "La Academia" con la recuperación de la pelota y la gestación de juego, mientras que el juvenil Juan Cáceres se mostró como constante alternativa sobre el lateral derecho, lugar por dónde se hizo fuerte la visita.

Arsenal, por su parte, no logró acomodarse durante el primer cuarto de hora, pero con el correr de los minutos emparejó el trámite del partido y se adelantó en el campo de juego.

Los dirigidos por el DT Rondina aprovecharon algunas imprecisiones del rival y terminó aprovechando una de ellas para abrir el marcador tras una falla de Lucas Orban que derivó en el tanto de Jonathan Candia.

Tres minutos después de la apertura del marcador, Suso aumentó la diferencia con un tanto de cabeza tras un córner desde el sector izquierdo, lo cuál dejó en manifiesto que el conjunto del Viaducto fue más efectivo que su rival al momento de definir.

A falta de cinco minutos de la finalización de la primera etapa, el mediocampista de Racing Tomás Chancalay descontó para el conjunto conducido por el técnico Juan Pizzi.

El segundo tuvo a la visita nuevamente como protagonista, con el equipo parado sobre el campo rival y con la premisa de intentar revertir el resultado adverso frente a un rival que no estuvo firme en la zona defensiva.

Sin embargo, el conjunto de Avellaneda apeló más a las ganas y al empuje que a una clara idea colectiva de juego, mientras que el local cuidó el triunfo e intentó salir de contra, situaciones que se mantuvieron hasta el final del partido.