El Clásico de La Plata arrancó “picado”: una conferencia por el "fair play" casi termina a las piñas
Santiago Ascacibar y Leonardo Morales protagonizaron este encontronazo en una jornada organizada por de la Liga Profesional de Fútbol. Se negaron el saludo, discutieron al lado del ascensor y casi se van a las manos. Un antecedente en el "derby" que sigue dando que hablar.
Santiago Ascacibar y Leonardo Morales protagonizaron la conferencia de prensa previa al clásico de La Plata en la Liga Profesional de Fútbol. Si bien la idea madre era promocionar el slogan “rivales, no enemigos”, los futbolista de Gimnasia y Estudiantes se negaron el saludo, discutieron y la jornada terminó en escándalo.
El encuentro se dio en la ciudad de las diagonales, donde la LPF dispuso que, como es habitual, dialoguen con los periodistas en un hotel céntrico.
El primer malestar se generó ya que Ascacibar llegó más tarde de lo estipulado, haciendo esperar a su par de La Plata y a los periodistas que se hicieron presentes. El motivo de la demora fue que el plantel del “Pincha” terminó de entrenar fuera del horario que tenían programado. Eso generó que Morales le negara el saludo.
En segundo lugar, cuando se estaba terminando la conferencia, dónde los protagonistas usualmente se estrechan la mano bajo el slogan “rivales, no enemigos”, el defensor del “Lobo” y el volante “Pincha” no quisieron hacerlo y permanecieron distanciados.
Por último, según pudo saber Doble Amarilla, cuando se estaban retirando se volvieron a cruzar y mantuvieron una álgida discusión en el acceso al ascensor, después del incómodo momento que pasaron ante los medios, cuando se marchaban a retirar sus vehículos.
De no haber gente alrededor para separar, esto que se hizo para llevar un mensaje de paz a los socios y simpatizantes, terminaba con golpes de puño.
El antecedente entre Morales y Ascacibar en “El Bosque”
El 25 de febrero, en el estadio Juan Carmelo Zerillo de La Plata, Morales tomó del cuello a Ascacibar, después de un entre dicho que hubo al término del juego.
El resultado fue 0-0, sin embargo, no terminó de la manera esperada. Empujones y declaraciones cruzadas, una vez más, se hicieron presentes en este “Derby” que divide a la ciudad de las diagonales.