El estatuto le impide presentarse como candidato a Víctor Blanco
El sector de Pablo Podestá puso en evidencia al artículo 72 del estatuto. Sin buena imagen entre la gente, el ex vice instaló el tema mediante un delfín que lo representa.
“El Gallego, si se presenta, no tiene contra”. Ese concepto lo tienen claro todos los que transitan la vida política de Racing. La imagen positiva de Víctor Blanco puertas adentro es muy fuerte. No hay contra que se le pueda hacer llevando adelante una campaña que transite por los caminos normales. Por eso, en la oposición amasan una movida que nadie tuvo en cuenta hasta ahora.
El jueves por la noche Pablo Podestá realizó un asado de su agrupación, “Evolución Racinguista”. En la misma, el que llevó la voz cantante fue Claudio Fontana, delfín de Podestá, quien no cuenta con mucha imagen positiva entre los socios del club. Su desprendimiento de Rodolfo Molina (Podestá era su vice) y las dos elecciones perdidas (una ante Cogorno, la otra ante Blanco) atentaron contra su imagen. Sabiendo eso, Podestá impulsa a Fontana con la idea de encolumnar a sus partidarios.
“Tuvimos contactos con Fabián Colussi”, dijeron en el encuentro, que contó con la presencia de algunos personajes de la vida política del club, aunque mucho menos que los que los organizadores esperaban. Y entre cortes de carne, bebidas y charla futbolera, los referentes de la agrupación tiraron la bomba: “Blanco no se puede presentar como candidato. Se lo impide el artículo 72 del estatuto que marca que nadie puede ser presidente más de dos períodos seguidos”.
Blanco, vice segundo detrás de Gastón Cogorno y Molina, cuando explotó la alianza oficialista en 2013, se quedó con la presidencia. Luego, en las elecciones de 2014, ganó por paliza y ahí es donde los conocedores del estatuto ven la posibilidad de impugnar la candidatura del empresario hotelero. Aunque en público dijeron que no piensan hacer nada al respecto, por lo bajo se conoció el plan. “Instalar el tema para marcar la agenda del oficialismo”, dijeron.
En una campaña con pocos condimentos por ahora, con un oficialismo tan fuerte y una oposición tan disgregada, la idea de impugnar al presidente actual lanzaría pimienta de golpe al escenario, y a partir de ahí, cambiaría el panorama.