Huracán: empleados de UTEDYC denuncian cheques rechazados y se agrava el conflicto
Luego de levantar la huelga ayer y permitir disputar el encuentro ante Argentinos con público en el Palacio Ducó, esta mañana los trabajadores del club fueron a cobrar y se encontraron que no tenían fondos la cuenta. Este martes habrá reunión en el Ministerio de Trabajo y hay una amenaza de disputar el próximo partido como local ante River a puertas cerradas.
(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Parece ser una novela sin fin. Los empleados de UtedyC luego de describir la situación de Huracán en "alerta amarilla" y levantar el paro de ayer para permitir que se dispute con público el encuentro ante Argentinos, esta mañana se encontraron con cheques rechazados porque una cuenta estaba embargada y la otra no tenía fondos. Esos mismos pagarés que el presidente Alejandro Nadur había repartido al día, a 30, 60 y 90 días, y que los propios bancos recomendaban a los empleados no depositar.
Ante esta situación, los empleados del club de Parque Patricios hoy mantendrán una reunión en el Ministerio de Trabajo y amenazan que si no están regularizada la situación de todos los trabajadores antes del encuentro ante River se disputará a puertas cerradas y sin público.
Ante esta situación de cheques rechazados que sienten que vulneró la confianza que le dieron ayer antes del partido ante Argentinos, los empleados de Huracán irán al Ministerio a pedir "que no le permita al club pagar más con cheques y amenazan con 'no dar puerta' contra River después del receso por la doble fecha FIFA".
De esta manera, Huracán tiene en puerta un problema con sus trabajadores en el próximo compromiso como local contra River, como lo tuvo en las dos presentaciones como local en esta Superliga: el debut frente a Colón y ayer ante Argentinos.
Incluso en la asamblea de ayer se vivieron momentos muy tensos porque el presidente Alejandro Nadur insistió en reiteradas oportunidades que tenía todos los sueldos al día y que no había problemas con el pago de los sueldos. Con mucho pesar, y con la promesa en forma de cheques diferidos, los trabajadores accedieron a abrir las puertas del Ducó para disputar el encuentro.