Durante el primer tiempo del partido entre Colón de Santa Fe y Talleres de Córdoba en el Coloso Marcelo Bielsa de Rosario, se produjeron fuertes incidentes en la tribuna del ‘Sabalero’.

La barrabrava de Colón tuvo otra jornada triste en esa lucha de poder entre Los de Siempre y La Negrada, esta última facción disidente que intenta copar el poder en el club santafesino.

Los conflictos dieron comienzo ni bien sonó el pitazo inicial: a los 50 segundos cayó la primera bomba de estruendo al campo de juego. Seis más tarde estalló la segunda y el árbitro Nicolás Ramírez tomó la decisión de detener por primera vez el cotejo.

El arquero de la institución cordobesa, Guido Herrera, aseguró estar aturdido por la explosión y se demoró un minuto en que empiece a rodar nuevamente la pelota.

En el mejor momento futbolístico de Colón, a los 26', fue el momento con más “temor” que determinó el fallido en los controles policiales: estallaron dos bombas más, aparecieron las bengalas en la tribuna y varios hinchas del ‘Sabalero’ se subieron al alambrado con una bandera que tenía inscripto el nombre de “Los de Siempre”, uno de los bandos de la barra brava.

El árbitro llamó a los capitanes de ambos equipos, Paolo Goltz y Guido Herrera, que definieron continuar el partido luego que se bajen los simpatizantes.

Desde el organismo de Seguridad santafesino a cargo de Fernando Peverengo, están trabajando en la identificación de los culpables para incluirlos en el derecho de admisión, según pudo saber “Doble Amarilla”