No son pocos los jugadores que se retiran del fútbol y terminan dedicándose a una actividad completamente distinta y alejada del deporte. Eso es lo que ocurrió con un ex futbolista de River muy destacado en su puesto, que tenía un currículum envidiable y terminó trabajando en una ferretería.

Se trata de Leonardo Talamonti, defensor que debutó en Rosario Central allá por 2001 y que luego tuvo un buen paso por el “Millonario”, donde llegó a jugar con Marcelo Gallardo. Su historia trasciende al club de Núñez y al fútbol argentino, ya que supo brillar en Europa.

A sus 42 años, Talamonti está muy lejos de los flashes de Buenos Aires. Desde hace seis años, justo después su retiro en 2017, se dedica íntegramente a trabajar en una ferretería en Álvarez, su pueblo natal en la provincia de Santa Fe. Hizo un curso de electricista para perfeccionarse y concentró todas sus energías en su emprendimiento.

Talamonti en su ferretería.
Talamonti en su ferretería.

“Abro el local a las 7:30 y cierro a las 19:30. Estoy todo el día adentro. Me gusta mucho el rubro, el hecho de interactuar con la gente del otro lado del mostrador, asesorarlos. Me apasiona”, comentó el ex River en una entrevista realizada el último año.

Con un poco de nostalgia, confesó que “el fútbol te entierra" una vez que se termina la actividad profesional. "Terminás de jugar y el mundo se olvidó de vos”, lamentó tras haber perdido contacto con Gallardo y casi todos los ex River que jugaron con él.

La historia de Talamonti, ex River

Jugó en River con Gallardo y terminó trabajando en una ferretería: "El mundo se olvidó de vos"

El defensor debutó en Rosario Central en 2001 y jugó profesionalmente al fútbol durante 16 años. Su gran nivel en el “Canalla”, donde fue dirigido por César Luis Menotti, lo llevó a ser transferido a Lazio, pero luego de un año regresó a Argentina para jugar en River. En el club de Núñez estuvo una sola temporada, la 2005-2006, con un registro de 32 partidos y 2 goles.

Posteriormente, regresó a la liga italiana para jugar cuatro años en Atalanta, donde tuvo un nivel destacado y se ganó el cariño de los hinchas. Tras su regreso a Central y varias lesiones y problemas físicos, el cierre de su carrera lo encontró en el ascenso argentino: jugó en Sportivo Belgrano, Atlanta y Platense, donde se retiró en 2017.

Inmediatamente comenzó a dedicarse a la ferretería en su pueblo natal, en compañía de su esposa. Igualmente, sigue vinculado al fútbol, ya que es parte del equipo de fútbol senior de Rosario Central.