La nueva era en el arbitraje del fútbol argentino ya no será lo que iba a ser. Se terminó el sorteo de a dos fechas en donde todos los árbitros podían ir a cualquier partido. Ya pasó también el sorteo de a una fecha de similares características que el anterior...  y ahora se viene la olémica “designación a dedo”. 

Ya hubo de esto en el ascenso, donde los árbitros fueron designados especialmente para cada partido, sin pasar por ningún filtro ni por un sorteo previo. Las suspicacias se multiplicaron, más aún cuando algunos arbitrajes dejaron algunas dudas en cuanto a los fallos, como ser el de Alejandro Castro en el superclásico del Ascenso entre All Boys y Nueva Chicago. 

Hubo dos penales claros para los de Floresta que el árbitro decidió obviar y en un duelo caliente se vio (en la cancha y por TV) que el juez dejó pegar demasiado. 

“Esto es para problema, si no lo cortamos en dos fechas va a ser un quilombo la designación de árbitros”, dijo un reconocido representante de un equipo del Interior en la AFA, cuya principal tarea es que no lo “duerman” al equipo de sus amores en el nombramiento de “pitos” y “paleros”, como llaman a árbitros y a los jueces asistentes en Viamonte. 

El sorteo libre, donde cada árbitro puede caer en cualquier partido, es el gran temor de los que tienen presencia fuerte en la AFA. “Cuando van a dedo, todo se cocina acá adentro. Los que tienen cargos quieren eso porque es la manera de sacar ventajita y los que están sin un cargo ven todo de afuera y no pueden hacer nada”, afirmó la fuente, como haciendo una pintura de los días que se vienen, justo en la previa de los Clásicos. Se vienen las llamadas, gestiones, roscas, favores devueltos y pedidos especiales. La historia de nunca acabar.