El arquero de Huracán, Marcos Díaz, volvió a disputar un clásico con San Lorenzo después de alejarse dos años de la institución de Parque de los Patricios para jugar en Boca Juniors y Talleres, de Córdoba, y por eso vivió la victoria de esta noche por 2-1 como "algo muy especial".

"Este clásico fue muy diferente y especial para mi, y por eso lo disfruto de otra manera. Es que después de dos años fuera del club, volver y ganarlo es algo muy emocionante", le confió Díaz a la transmisión oficial del encuentro.

"Y este triunfo, además de significar una gran alegría, también representa un importante envión para seguir con esta racha en la que ganamos cinco de los últimos seis partidos que jugamos", explicó el guardavallas respecto de la carrera de Huracán por entrar a copas internacionales (ya se puso a tres unidades del último que está entrando a la Sudamericana por Tabla Anual).

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Y también este clásico fue especial para Díaz y sus compañeros por la fractura de tibia izquierda que sufrió su compañero de defensa, Lucas Merolla, en el encuentro anterior frente a Banfield (victoria por 4-1).

"En un clásico que nadie se quiere perder nosotros no contamos con una pieza clave como Lucas Merolla, por su lesión. Por eso nos prometimos antes del partido que lo íbamos a ganar para dedicárselo a él y pudimos hacerlo", resaltó Díaz mientras que detrás suyo su también experimentado compañero, Claudio Yacob, mostraba una camiseta roja con el nombre de su compañero lesionado en el dorsal, como ofrenda de la victoria.