“Odio a Bilardo y lo dije públicamente”. ¿Quién dijo eso? ¿Menotti? ¿Algún rival histórico del Doctor? No, nada de eso. Lo escribió Lucas Nardi, quien será el DT de Estudiantes al menos por los tres partidos que le quedan a la temporada.

Lógicamente, las redes sociales en el mundillo pincharrata, ardieron. Se sabe, Bilardo está en el olimpo albirrojo más allá de títulos o logros: es uno de los abanderados de un estilo inoxidable para el club y de una mística poco común en el fútbol argentino.

A partir de ahí, la noticia pasa por conocer la opinión de Bilardo. Y el Doctor tiró munición gruesa: “No lo conozco. Si tiene algún problema me encuentra todos los días en la radio”. Luego, tiró el palmarés en la mesa: "Nardi puede decir lo que quiera y cada uno puede decir lo que desee. Hay que ver que hizo uno y que hizo el otro. Estoy dando un millón de dólares para el que tenga más títulos que yo". Y al final, volvió a invitar a Nardi a “hablar”: "El anti-bilardismo es no ganar, no salir campeón del mundo... todo eso. Si Nardi tiene un problema que me vea". Finalizó la alocución diciendo que no le daría ningún consejo a Nardi: “sólo le diría que Estudiantes gane, solo eso, que gane”.

A todo esto, la poca identificación de Nardi con el Bilardismo excede a un twitt comentando un partido de fútbol o una situación en particular. Quienes conocen la interna de Estudiantes, cuentan que en épocas de Claudio Vivas coordinador de Inferiores y Lucas Nardi entrenador, el por entonces joven DT se trenzaba en largas y acaloradas discusiones con hombres de trayectoria en Estudiantes, como Daniel Romeo o Cacho Malbernat. Como una gentileza, los ex campeones de América y del Mundo a fines de los 60, mandaron a vaciar las oficinas y salas de video de Vivas y Nardi.

La pica y rivalidad no es nueva. Veremos el resultado final de esta excursión de Nardi en el primer equipo pincha, aunque a juzgar por el clima en las redes, arranca el sprint de tres partidos en desventaja.