River busca en Cardales la paz que siente que le quieren quitar
El elenco de Marcelo Gallardo se recluirá en la exclusiva Reserva, en busca de aislarse de todas las presiones y el mar de fondo que rodea este partido. Mientras espera por Scocco y el Pity y buscará trabajar para recuperar el gol, desde Núñez la premisa es huirle a los reclamos ruidosos de Racing, en los que ven asomarse la sombra de Boca detrás.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Algo más de 56 kilómetros separan el Estadio Monumental del exclusivo Sofitel "La Reserva" Cardales. El lujoso complejo, cinco estrellas, es el elegido (otra vez) por Marcelo Gallardo para "alejar" a River del ruido a horas de un partido decisivo.
Si bien los resultados deportivos posteriores a este aislamiento casi siempre han sido positivos, con la Supercopa ante Boca como último episodio reciente, el real motivo de este alejamiento es otro. Es que, más que alejar, lo que Gallardo busca es "aislar".
El Muñeco sabe que con el Zuculini-Gate, el clima del partido revancha ante Racing quedó muy viciado. El ruido que hay alrededor del juego es inmenso y los reclamos que parten desde Avellaneda son muy ruidosos y molestos. La idea es alejar a un equipo que viene enemistado con el gol de todo eso y focalizarse en ganarle a la Academia, único requisito necesario para avanzar a los cuartos de la Copa Libertadores.
En Núñez ven que detrás de los pataleos de Racing, ampulosos, para la Tribuna, porque no tienen demasiado sustento real (el plazo para quejarse expiró y Conmebol ya falló) viene orquestados desde Brandsen 805. No sólo con el "préstamo" de abogados para armar el reclamo, sino desde lo dialéctico.
En su conferencia de prensa post 0-0 con Huracán, Guillermo Barrros Schelotto dijo tres veces que había que "cumplir el reglamento" en el tema Zuculini y en su propia sanción. Además, dijo que "habían dicho" que capaz se suspendía el partido entre la Academia y el Millo, algo que luego desmintió la propia Conmebol. Todo este ruido lo ven en Núñez como una maniobra Xeneize para desconcentrar a River de cara al trascendental duelo.
Si bien, con sorna, aseguran que es una estrategia que nunca les resultó en el último tiempo, lo cierto es que molesta. Por eso, Marcelo Gallardo reafirmó la decisión que había tomado antes que estalle el Zuculini-Gate, llevarse a sus muchachos no tan lejos, pero lo suficiente como para enfocarse en lo único que realmente marcará la diferencia para sus dirigidos: ganarle o no a Racing.