Violento operativo de la Policía de la Ciudad en River: avalancha y golpes a chicos y mujeres que esperaban ingresar
Al igual que sucedió en el partido ante Racing cuando River se consagró campeón hace un par de semanas, otra vez la Policia de la Ciudad montó un deficiente operativo que terminó con heridos y corridas en el ingreso a las plateas y palcos sobre la Avenida Figueroa Alcorta.
Al igual que sucedió en el partido ante Racing cuando River se consagró campeón hace un par de semanas, otra vez la Policia de la Ciudad montó un deficiente operativo que terminó con heridos y corridas en el ingreso a las plateas y palcos ubicado en la Avenida Figueroa Alcorta.
Nuevamente, el operativo montado por la Policia de la Ciudad terminó generando un caos en el ingreso de los socios de River al Monumental para el partido frente a Defensa y Justicia. Los uniformados empujaron a las personas que se encontraban realizando la fila para acceder a plateas y palcos sobre la Avenida Figueroa Alcorta.
Cuando aún faltaban unos 45 minutos para el partidos, en los retenes la policía porteña demoraba más de la cuenta en dar paso lo que provocó grandes amontonamientos de hinchas. Así hubo algunas avalanchas y caídas del vallados. Ante esto, un grupo de policías golpeo a socios que estaban cerca del vallado caído incluidos niños y mujeres. Se vieron escenas de chicos llorando angustiados y padres discutiendo con uniformados que los amenazaban con bastones en mano. Minutos después se iniciaron corridas y otra vez hubo escenas violentas.
La policía de la Ciudad viene con un historial preocupante de operativos violentos y negligentes en River desde el recordado de la final de vuelta de la Copa Libertadores 2018. Ese operativo, inclusive, se dio bajo un manto de sospecha de connivencia política. En el partido ante Racing también hubo graves inconvenientes.
En la previa y con el partido ya empezado del empate entre Gimnasia y Estudiantes hubo incidentes en las afueras del Juan Carmelo Zerillo. La policía en este caso de la Provincia de Buenos Aires reprimió a los socios tirando balas de goma y gas pimienta.