"No tengo definiciones aún. Deberían preguntarle al presidente, que es el que está poniendo trabas, no yo", con esa frase y visiblemente molesto por la situación, Kevin Zenón se refirió a su inminente transferencia a Boca a cambio de poco más de US$ 3,5 millones. 

El volante creativo del ‘Tatengue’ ya tiene acordado con el ‘Xeneize’ su contrato aunque admitió “de eso se encarga mi representante”. Sin embargo, según reconoció Zenón, el mandamás del club santafesino, Luis Spahn, es quién “dilata las negociaciones” solicitando que además del dinero por un porcentaje de la ficha del jugador lleguen a su club dos futbolistas del equipo azul y oro a préstamo. 

En un diálogo corto con los medios tras la presentación ante Nacional en Montevideo, el jugador admitió que no logró estar concentrado durante el juego por esta situación, ya que le genera incertidumbre: “Trato de estar tranquilo, pero a veces jugar estos partidos así es complicado. Uno busca estar tranquilo, pero la cabeza se te va para cualquier lado” y por eso: “Quiero que esto se solucione lo más rápido posible”. 

Cabe destacar que las diferencias en la negociación surgen por la forma de pago de ese monto en dólares correspondiente al 80% de la ficha del 10 ‘Tatengue’ y los apellidos que Unión pretende para “reemplazar” al futbolista.

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El primero es Aaron Molinas quién viene de estar cedido en Tigre, donde tuvo la continuidad esperada: 44 partidos, un gol y cuatro asistencias, aunque desde Santa Fe sostienen que el futbolista no pretendería jugar en Unión. 

Por otro lado, llegaría Renzo Giampaoli, que viene de ser uno de los mejores en la pasada temporada de la Primera Nacional jugando a préstamo en Quilmes y se sumaría como una alternativa en la defensa.