Luciano Cecatto: de estar muerto en una cancha a construir una amistad con el médico que lo salvó
En esta historia, el jugador de la Liga Platense dialoga en exclusiva con Doble Amarilla sobre qué recuerda del día en que estuvo muerto en un campo de juego, cómo fue el reencuentro con su salvador en el lugar de los hechos y cómo continúa su vida.
Luciano Cecatto fue a jugar el partido como uno más, era un día normal para él y jamás imagino que ese día ocurriría un milagro. El 4 de febrero de 2018 se desvaneció en un partido que su equipo Nueva Alianza jugaba ante Juventud de Bernal por el Federal C en la cancha de Berazategui. El médico de la visita, Héctor Figueroa Foyth, le practicó masajes cardiovasculares, lo que le permitió llegar con vida al hospital. Sufrió seis infartos en muy poco tiempo: tres en la cancha, dos en la ambulancia y uno ya internado. La semana pasada, en el mismo estadio, Luciano volvió a encontrarse con Héctor y así lo cuenta en exclusiva con Doble Amarilla.
- Doble Amarilla: ¿Qué sentiste el otro día al reencontrarte con la persona que te salvó la vida?
- Luciano Cecatto: Yo a partir de ese momento tengo una relación entre comillas, estamos en contacto por WhatsApp porque hubo pandemia pero en su momento en 2019 hasta lo invité a casa por mi cumpleaños. Mantenemos un contacto pero fue muy lindo volver a verlo y mucho más en el lugar del hecho, eso fue fuerte.
- DA: ¿Qué le dijiste en ese momento, te acordás?
- LC: A los pocos días que salí de la internación lo ví, pero no le conocía la cara, imagínate que eso fue fuerte. Después lo fui conociendo y me di cuenta que es un tipo de primera, humilde y creyente, de hecho el dice que me salvó Dios y no él. Es lindo tener una relación con algo así y por suerte sigo teniendo relación y seguramente la voy a tener toda la vida porque como dijiste, es la persona que me salvó la vida y por eso voy a estar ligado por siempre.
- DA: ¿Y cómo fueron los primeros momentos, te contaron lo que pasó?
- LC: Lo vi cuando se jugó el partido de vuelta cuando me pasó esto y fue invitado el médico a comer un asado al club, ahí fue el primer encuentro y sólo tuve palabras de agradecimiento. Me contó detalles que me fui enterando porque en ese momento no sabía nada. Me dijo que de la fuerza que hizo conmigo le quedaron doliendo los brazos una semana, todos detalles siempre con buena onda y comando como una anécdota positiva. Esta última vez que lo ví, me recordó esos momentos, me contó el minuto a minuto de lo que fue, como me reanimó y cosas que yo no sabia obviamente porque estaba inconsciente.
- DA: ¿Fue fuerte verlo a él en el mismo lugar donde estuviste muerto?
- LC: Fue fuerte, emocionante y muy movilizan. Él contó como vivió el minuto a minuto de todo el momento, cuando me reanimó, me puso de costado, que me masajeaba y nunca se daba por vencido, yo entraba en paro, me masajeaba y cuando parecía que estaba todo bien yo entraba en paro y el insistía, es algo que de verdad fue muy fuerte.
- DA: ¿Cambió tu perspectiva de vida desde ese momento?
- LC: Yo me considero una persona tranquila, que vive la vida tratando de disfrutar y quizás se valoran algunas cosas más. El momento fue horrible para todos mis amigos, mis familiares y mi gente cercana, los chicos del club pero yo no sufrí nada porque nunca me enteré de nada, entonces vuelvo a ese momento como una anécdota positiva, linda porque no tengo malos recuerdos de eso. Por suerte no tengo secuelas y hago una vida normal, hago deportes aunque no de alta competencia pero llevo una vida normal como antes de que me suceda eso. Lo que sí cuando pasan cosas que a uno le molestan o no le gustan, me retrotraigo a ese momento y ahí como que se valoran las cosas como son.
- DA: ¿Pero en muchos aspectos de la vida te cambio la visión?
- LC: Sí, sin dudas porque bronca y enojos tenemos todos pero cuando tomas conciencia de los que son los momentos realmente difíciles y lo que sufrieron mis seres queridos, te das cuenta que lo demás es secundario, pasa todo a segundo plano y pensar que todo tiene solución y por ahí en ese momento sino estaba el médico y hubiese hecho todo lo que hizo, no la estaría contando y esta sería una historia distinta entonces ahí te calmas y le das importancia a lo que realmente lo tiene.
- DA: ¿Te van a alcanzar los días que te quedan por vivir para agradecerle?
- LC: No, ¡ni loco! ¿Cómo haces? Es imposible, trato de hablar cada tanto y el otro día me contó que iba a jugar un fútbol cinco, es colombiano y le gusta mucho el fútbol y le dije que sería hermoso ir a jugar un partido con él, le pedí que me lleve de refuerzo un día. ¿Cómo haces para agradecerle a una persona que no te conoce y de la nada, sin dudarlo, te salva la vida? Termina siendo una experiencia de vida, me tocó a mí, no me preguntes porque pero gracias a Dios la pude sortear y acá estamos.
- DA: ¿Qué sentiste cuando pasó lo de Eriksen?
- LC: Estaba en un asado con poca señal en un campo, no había televisión y me llegaban los WhatsApp contando todo. Enseguida todos me miraban a mi y ahí empecé a buscar que salía del tema, quería saber si era lo mismo y demás. Fue muy similar, una muerte súbita pero el tuvo la ventaja de algo que no pasa acá, que es que haya un cardiodesfibrilador al instante, es algo por lo que lucho acá pero es difícil que pase y más en el ascenso, yo no tuve esa chance y esa fue la diferencia. Parece que le van a colocar un cardiodesfibrilador como tengo yo y fue fuerte saber lo que le pasó, ojalá pueda volver a jugar pero leí que en Italia no se lo permitirían y eso me da bronca. Para mí fue movilizante ver todo, como se cae, como entran a atenderlo y demás y fue igual, ví como se cae él y fue igual, la reacción de los compañeros y demás, salvando las distancias fue lo mismo.
- DA: ¿Vos luchas para que haya esa posibilidad en el ascenso?
- LC: Hace poquito la gente del club Alianza a través de una gente que colabora pudieron comprar uno, lo donó esta persona y me invitaron a contar mi historia. Es un aparato caro pero nada se compara con la vida de una persona, al lado de una persona eso no existe y ojalá que de a poco se vayan adquiriendo y sea algo más accesible para los clubes de alguna manera, aunque sea con aportes del estado.