Nahuel Martínez: de la convicción de Luca de jugar en la Selección de México al gran presente en Fortaleza de Brasil
El padre de Luca Martínez Dupuy, una de las joyas de Rosario Central, dialogó con Doble Amarilla sobre el presente de su hijo. Además, se refirió a su carrera como jugador en México y el paso por el ascenso argentino. Su etapa en las inferiores de River y su actualidad como parte del cuerpo técnico de Juan Pablo Vojvoda.
Nahuel Martínez, padre de Luca Martínez Dupuy, una de las joyas de Rosario Central, dialogó con Doble Amarilla sobre el presente de su hijo. Además, se refirió a su carrera como jugador en México y el paso por el ascenso argentino. Su etapa en las inferiores de River y su actualidad como parte del cuerpo técnico de Juan Pablo Vojvoda en Fortaleza de Brasil.
- DOBLE AMARILLA: ¿Cómo describiría su carrera como futbolista?
- NAHUEL MARTINEZ: Mi carrera como futbolista creo que fue buena en todo aspecto, tanto en la formación humana como profesional y en la vida que me dio mi carrera como futbolista profesional. Me formé como persona siendo jugador tanto en inferiores como en Primera División. Me inicié en Central Córdoba de Rosario jugando al Baby Fútbol y luego pasé a las divisiones inferiores de Newell´s. Estuve cinco años jugando en las inferiores de River y tuve la oportunidad de entrenar con Primera División, pero no llegue a debutar y ahí inicio mi camino en México. Regresé a jugar en Sportivo Belgrano de San Francisco, luego en Argentino de Rosario y en la segunda división de Ecuador, donde sufrí una grave lesión y me retiré a los 30 años.
- DA: ¿Esta etapa en River fue mientras el equipo era Campeón de América en 1996?
- NM: Claro, yo estuve en River entre el año 1993 y el año 1997. Fueron los mejores años de mi vida. Viviendo en la pensión del club, hice Sexta, Quinta y de ahí salté a Reserva, donde jugué cerca de dos años. Llegué a entrenar con el plantel de Primera División con el "Tolo" Gallego, con Alejandro Sabella, estuve con Daniel Passarella, luego con Américo Gallego y después con Ramón Díaz. Ese River era impresionante y era muy difícil debutar en Primera. A los 21 años quedé libre.
- DA: Durante su paso por México, nació Luca, ¿Cómo es él? Tanto a nivel profesional como personal.
- NM: Luca es un chico que me sorprende día a día. Me enorgullece cómo es él como persona y cómo lo quiere la gente. Es un pibe noble, honesto, transparente y así juega. Transmite su personalidad al campo de juego. Hay situaciones de juego que lo hacen ver como un guerrero y realmente es así. Al margen de sus condiciones futbolísticas y físicas, su principal virtud es lo que es como ser humano.
- DA: ¿Cómo lo ve en el futuro como jugador?
- NM: Lo veo triunfando en lo que se proponga y siendo lo que él quiera ser. Es un chico con una cabeza excepcional. Él sabe que más allá de ser su padre soy muy objetivo y siempre trato de estarle encima y hablar con él. Le digo que tiene la pequeña ventaja de tenerme a mi que fui futbolista y conozco situaciones que le pasan y le van a pasar.
- DA: ¿Lo ve jugando para la Selección de México?
- NM: Sinceramente, yo siempre le dije que espere. Si bien el nació en México, se crió en Argentina. Desde un principio tuvo la convicción de jugar en la Selección de México, que fue la primera que se ocupó y preguntó por él. Se siente identificado con la selección mexicana. Mis mejores momentos como futbolista fueron en ese país y eso le quedó marcado a él.
- DA: ¿Cómo llegó a trabajar con Juan Pablo Vojvoda?
- NM: Mi relación con el comenzó en Newell´s, nos conocimos en divisiones inferiores. Él es un año más grande que yo. Nos reencontramos después de muchos años en el Torneo Argentino A. Yo era ayudante de campo en Sportivo Belgrano y lo llevamos como jugador. Luego fui su entrenador en Sarmiento de Leones, en mi primera experiencia como DT. Luego de un tiempo, Juan Pablo estaba en Talleres de Córdoba y se abrió un hueco en su cuerpo técnico mientras yo dirigía Sportivo Las Parejas. Me ofreció estar con el y no lo dudé.
- DA: ¿Qué les pareció el fútbol brasileño?
- NM: El fútbol brasileño me sorprendió para bien. Hay clubes con estructuras impresionantes, con predios muy buenos para poder trabajar y desarrollar un buen proceso de trabajo. A nosotros nos tocó llegar a Fortaleza, que es un club de mediana jerarquía entre todos los clubes, pero muy grande en el noreste de Brasil. Nos sorprendió para bien su gente, su hinchada y sus dirigentes. Son dirigentes serios que apuntan a hacer un club más grande todavía y eso nos permite desarrollar muy bien nuestro trabajo. Creo que Juan Pablo ha tenido una lucidez importante al aceptar esa oferta.
- DA: ¿Cómo es la actualidad de Fortaleza?
-NM: Habiendo terminado la primera ronda del Brasileirao, que es un torneo muy competitivo, nos encontramos cuartos, atrás de Atlético Mineiro, Palmeiras y Flamengo y sobre Bragantino. Los cuatros clubes tienen un gran presupuesto y están preparados para ser campeones. Nosotros con un presupuesto más modesto estamos peleando con ellos con mucha humildad y trabajo. Hemos ganado la Copa Estadual en un nuestro primer mes de trabajo.
- DA: ¿Han recibido ofertas para continuar su trabajo en otro lugar?
- NM: Las ofertas las maneja Juan Pablo con su representante, pero no ha llegado ninguna de manera formal. Sí tenemos conocimiento de los comentarios que surgieron en la prensa sobre el interés de algún equipo argentino (Racing). Si debo decidir yo, me quedaría aquí. Somos gente de palabra y respetamos los contratos.