De la escena de un crimen al futsal: la historia de una universitaria que cumplió su sueño
Lucía Belén Reyes nació en 1998 y desde muy chica ya estaba decidida a cumplir todos los sueños en su vida. Hoy día, convive dentro de una cancha de futsal en su club y es perito forense en la policía.
A los cuatro años, Lucía Belén Reyes ya sabía que sus intereses eran diferentes a los de las nenas de su edad, pero estaba determinada a cumplir sus sueños. En 1998, en Olavarría, con pocos años de vida, le planteó a su papá que quería jugar al fútbol, lo que le generó un dolor de cabeza porque en ese entonces era prácticamente imposible que una niña se desempeñara en este deporte.
Sin embargo, su padre movió cielo y tierra para cumplirle el deseo. Le insistió tanto al entrenador del sindicato de Luz y Fuerza, Claudio Pinedo, que cedió a las súplicas y la integró al equipo de fútbol, en el que solo había niños. Cuando cumplió 10 años llegó otra propuesta, el mismo DT la convocó para integrar un equipo femenino en el “CEF 44”, donde todavía juega.
Así comenzó la aventura de Lucía en el fútbol, que la marcó para siempre y le dejó enseñanzas que trascienden la cancha. “Todo lo que aprendí del deporte, lo aplico en la vida”, afirma la deportista quien este año es nuevamente parte de los Juegos Universitarios Argentinos (JUAR) 2022, que por primera vez cuentan con paridad de género en todas las disciplinas que compiten.
La futbolista representa a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) en su sede Olavarría, en la disciplina Futsal Femenino.
El fútbol no es la única vocación de Lucía, los caminos de la vida la llevaron a ser policía, algo que nunca hubiera elegido según cuenta, pero sus sueños de ayudar a la sociedad desde otro lado fueron más fuertes. “Siempre soñé con ser médica forense, pero cuando terminé la escuela no me animé a estudiar medicina, entonces entré a la escuela de policía para ser perito”, asegura.
En 2013 cursó en la Escuela de Policía “Juan Vucetich” que la acercaba a lo que anhelaba. Así, comenzó trabajando en la calle como oficial raso en el “Operativo Sol” y, en 2014, entró en la Policía Científica de Olavarría mientras cursaba la Tecnicatura en Criminalística con orientación en Planimetría Pericial en el Centro de Altos Estudios de Policía en La Plata. Se recibió en 2016 y hoy diseña los planos de escenas del crimen y, si es necesario, reconstruye la escena para profundizar la investigación.
A pesar de haber avanzado en su carrera profesional, no abandonó su sueño inicial de ser médica forense porque su alma sentía que todavía le faltaba algo. Entonces, dejó los miedos atrás y hoy está en el último año de Medicina en la UNICEN sede Olavarría.
Cuando inició esta última etapa de estudios, sus dos pasiones se cruzaron, por un lado el deseo de combatir el crimen y por el otro, el fútbol. Al empezar a cursar en 2017, decidió participar en los Juegos Universitarios, pero se presentó otro obstáculo, no existía la disciplina Fútbol 11 para mujeres, por lo que tuvo que anotarse en Futsal, deporte que nunca había practicado.
Su posición de toda la vida es la de “enganche”, esa jugadora habilidosa que toma las riendas del equipo, pero tuvo que reconvertirse para jugar de “pivote”, una ubicación sólo existente en Futsal. Su gran rendimiento en esos Juegos la pusieron en el radar de la Selección Argentina Universitaria, donde fue convocada para participar del Panamericano de San Pablo, Brasil, en 2018 y de los Juegos de Centroamérica y el Caribe en Tunja, Colombia.
Después de dos años sin juegos universitarios, el pasado martes 28 debutó en la disciplina de Futsal Femenino de los JUAR 2022, no fue un debut más ya que se está rehabilitando tras una lesión importante. “No sabía si iba a llegar a jugar estos JUAR, me rompí los cruzados en octubre y me operé en diciembre, todavía estoy recuperándome, pero esto es lo que amo”, relata.
La historia de Lucía está atravesada por la resiliencia, el sacrificio y el esfuerzo con el objetivo de cumplir sus sueños. En la primera fecha en los JUAR 2022 en la Región Buenos Aires, su equipo ganó gracias a un gol suyo que convirtió tras dos intentos que la arquera rival atajó. Lucía no bajó los brazos, y en la tercera oportunidad venció la valla para que su equipo se lleve los laureles.
“Dentro de una cancha es donde más cómoda me siento”, confiesa la deportista de 28 años y reflexiona remarcando los valores que se aprenden al jugar en equipo: “El deporte te enseña a relacionarte con otras personas, fortalece muchísimo los vínculos y se aprende de la vida (...) uno resigna sus intereses personales por un colectivo y eso directamente se aplica fuera de la cancha de manera involuntaria porque una ya lo tiene internalizado”.