Ya pasó casi un mes del cruel ataque del grupo terrorista Hamás a diferentes puntos y ciudades del sur de Israel cercanos a la Franja de Gaza. La contraofensiva del ejercito israelí no tardó en llegar y la violencia escaló día a día desde aquel momento. 

Una de las primeras medidas del gobierno israelí fue la suspensión de todas las actividades deportivas en su territorio y la prohibición de que los atletas nacionales salgan del país. 

La semana pasada, UEFA decidió que no se jugarán partidos en Israel "hasta nuevo aviso" por razones de seguridad debido a la guerra entre el Estado hebreo y Hamás, tras "una evaluación exhaustiva de la situación actual de seguridad en todo el territorio", explicaron. Esto quiere decir que los clubes Maccabi Haifa FC y Maccabi Tel-Aviv, que participan de las competencias europeas, deberán mudar sus localías.

Lo cierto es que ante complejo escenario, el equipo de básquet del Maccabi Tel Aviv corrió con la misma regla de mudar la localía a otro país y aceptó la invitación de las autoridades del Partizan serbio para ser local en Belgrado, según confirmó el medio Telesport

Además, el equipo serbio le proporcionará a los elegidos de Oded Kataš todo lo necesario, como material de entrenamiento y alojamiento. La decisión se confirmará en la reunión con la Euroliga que tendrá lugar mañana.

Aún se desconoce el destino del Hapoel Tel Aviv y el Hapoel Jersualem, que según las últimas informaciones, formarán una especie de "burbuja" en Chipre, donde pondrán fin a la temporada.