El tenista argentino Francisco Cerúndolo protagonizó un confuso episodio en París y fue detenido: su descargo
Un taxista denunció al joven jugador tras un altercado en la vía pública a la salida de un bar y por la cual la Fiscalía inició una investigación por “violencia deliberada en una reunión en estado de ebriedad”. El tenista declaró durante la madrugada parisina y fue liberado por falta de pruebas. Tras lo ocurrido realizó un descargo en redes sociales.
La estancia de Francisco Cerúndolo en París tras su participación en Roland Garros 2022 será recordada no por su tenis sino por una denuncia de un taxista parisino contra el joven jugador.
Según el diario France Bleu Paris la carátula de la denuncia al tenista de 23 años indica "violencia deliberada en una reunión en estado de ebriedad".
El mismo medio agregó que ante la negativa del conductor a dejar subir a su vehículo al tenista argentino y a las personas que lo acompañaban, quienes en total completaban cinco personas cuando el auto estaba habilitado para un total de cuatro, Cerundolo insistió, ofreciéndose a pagar más y, frente a la postura inamovible del taxista, "el tenista se puso agresivo".
Algunas horas más tarde el jugador y sus acompañantes fueron detenidos por la policía y trasladados a la Fiscalía para anoticiarlos de la denuncia en su contra y para que declaren en la causa.
Tras la declaración, la Fiscalía de París desestimó la denuncia por falta de pruebas. El organismo explicó que no había cámara de circuito cerrado de televisión ni testigos que pudieran ratificar lo relatado por el taxista y, aunque el tenista argentino admitió “un revuelo”, negó cualquier abuso físico.
El tenista publicó en sus redes sociales su versión de los hechos y agradeció por los mensajes de aliento y preocupación que recibió:
"Hola a todos, quería contarles que todo lo que se está mencionando en las redes es falso. Yo estaba con familiares a la noche pidiendo un taxi, y le pedí si nos hacía un favor y nos subía a 5 personas. El taxista me dijo que sí, que lo esperara 2 minutos, que iba a hacer algo y volvía.
Cuando volvió y vio que hablabamos otro idioma, como que se asustó y nos dijo que al final cinco no, le preguntamos por qué, se puso nervioso y nos empezó a gritar, a tratarnos mal y dijo que iba a llamar a la policía.
Nosotros no le dimos importancia, nos fuimos al hotel para pedir otro taxi y al minuto apareció la policía y me interrogó a mí y a uno de mis familiares adentro del hotel en el lobby porque el taxista dijo que supuestamente lo habíamos agredido. Nos llevaron a la comisaría y luego de unas horas porque era feriado y todavía no había nadie, después de corroborar a través de las cámaras de seguridad el hecho, se dieron cuenta de que nada había pasado.
Nos pidieron perdón porque no podían creer que por esto nos habían detenido. Yo estoy perfecto, solo fue un mal momento. ¡Gracias a todos por preguntar como estoy y preocuparse!"