Julia Riera y Mariano Navone logran títulos en un tenis argentino en ascenso
La pergaminense venció en la final a la local Julie Niemeier y se quedó con la gloria en el W100 de Wiesbaden, mientras que el nuevejuliense festejó en el Challenger de Cagliari tras imponerse en el duelo decisivo al local Lorenzo Musetti.
Julia Riera ganó el título más importante de su carrera: se impuso en la final ante la local Julie Niemeier y se quedó con la gloria en el W100 de Wiesbaden.
Hasta el momento, la tenista argentina de 21 años lleva siete títulos ITF. Sin embargo, esta fue su mejor victoria ya que es la primera vez que se queda con un W100. Anteriormente, sus conquistas habían sido de 75, 25 y 15.
Por la victoria, la pergaminense se mantendrá en el número 94 del ranking ATP y seguirá su camino en la clasificación al WTA 1000 de Roma. En algunas semanas, disputará Roland Garros.
El partido se le había puesto cuesta arriba, ya que cayó en el primer set por 6-3 como visitante. Sin embargo, sacó su chapa y se impuso por 6-3 y 6-2 en el final.
Por el momento, se mantiene tercera en el ranking nacional, por detrás de Nadia Podoroska y María Lourdes Carlé, número 61 y 71 del ranking, respectivamente.
Por su parte, Mariano Navone no para de sorprender al mundo: este domingo se consagró campeón en el Challenger de Cagliari, y se aseguró una fuerte escalada en el ranking de la ATP.
El nuevejuliense festejó en el Challenger 175 italiano, la categoría más grande de los Challengers, tras derrotar 7-5 y 6-1 al local Lorenzo Musetti, ex top 15 del ranking.
El jugador de 23 años generó un cimbronazo internacional por su fogosa irrupción en el máximo circuito: en enero se ubicaba 125° del mundo y este lunes, luego de una gran consagración, será 31°.
Parte de su gran ingreso en el circuito de la ATP tuvo que ver con haber alcanzado, en sus primeros meses en la elite, dos finales grandes: la del ATP 500 de Río de Janeiro y la del ATP 250 de Bucarest.
Con este nuevo ranking Navone está cerca de generar otro bombazo mundial: quedó a un paso de asegurarse ser preclasificado en Roland Garros, nada menos que en su primera participación en un cuadro principal de Grand Slam.