Los disturbios en San Lorenzo - Huracán siguen dando dolores de cabeza en el mundo del Futsal
Fue hace un tiempo, pero los problemas continúan. Aquellos episodios de violencia dejaron secuelas que hoy pagan todos los clubes de Capital: no hay visitantes en suelo porteño y les multiplicaron los gastos de seguridad. El trasfondo de aquel operativo de seguridad que terminó en enfrentamiento de hinchas y en escándalo.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Era un choque trascendental, por tratarse de un clásico y de una final. Era el San Lorenzo - Huracán que definía la Copa Argentina en Futsal Femenino. Terminó siendo tristemente célebre por los incidentes que empañaron el normal desarrollo del partido.
La cuestión es que los disturbios y enfrentamientos que se dieron en la cancha de Alvear, no quedaron ahí. A más de un mes de ese juego, el tema sigue dando tela para cortar y sobre todo, da muchos dolores de cabeza para los clubes porteños.
¿Cómo se contrató la seguridad para ese día?
El dueño de la cancha, Alvear, fue el encargado de contratar la seguridad ese día. Por reglamento, sin Policía no se puede jugar. Por disposición legal, los efectivos deben ser contratados en el modo “adicional”, siguiendo los pasos habituales que hacen los bancos, por ejemplo, o sin ir más lejos, los clubes del fútbol profesional. La cuestión es que entre Alvear y la Comisaría 40ª no había la mejor relación. Varias veces, apuntan desde el club, la Comisaria no mandó los efectivos. O envió menos que lo acordado. Eso hizo que Alvear pierda puntos. Entonces, decidieron contratar a los policías de manera particular. A su vez, hay algo clave: resulta más barato contratar a los efectivos ‘por afuera’, que hacerlo dentro de las reglas.
¿Eso es legal?
La respuesta es clara: no. Fuentes policiales indicaron a DOBLE AMARILLA que si el efectivo policial da el servicio ‘extra’ vestido de civil, no hay mayores problemas. “Es una falta leve”, puntualizan desde la Policía. En caso de usar uniforme, se estaría incurriendo en una falla grave con las consecuencias del caso. En el club sabían de la situación, pero se escudan en lo siguiente: “si dependíamos de la Comisaría no podríamos jugar nunca”. Desde la Seguridad de la Ciudad le confirmaron a DOBLE AMARILLA que no hubo pedido de efectivos adicionales para ese día. Es decir, la contratación se hizo por fuera de los caminos establecidos.
¿Cuántos policías había?
Desde el club dicen que había 10. El costo por efectivo fue de $ 950. Desde la Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, no saben. ¿Motivo? Porque como el pedido de seguridad no siguió los caminos normales, no hay registro alguno de la gestión de Alvear. En comunicación con DOBLE AMARILLA desde Alvear dicen que “sabiendo que se trataba de un partido especial contratamos 10 policías”. El mínimo requerido por reglamento es de tres. Y deben estar uniformados.
Al momento de los disturbios, no está claro qué sucedió con los efectivos contratados de manera irregular por Alvear. Muchos dicen que se fueron, a sabiendas que, al estar vestidos de uniforme si eran detectados por un superior iban a ser castigados. Otros, dicen que se fueron todos, menos dos, “que se quedaron hasta el final del problema”. Los vecinos de Alvear (club ubicado en la zona de Parque Avellaneda) llamaron a la Policía de la Ciudad, quienes se hicieron presentes ante el alerta al 911. La salida de los efectivos contratados por el club se habría dado cuando descubrieron que la llegada de sus colegas de la Comisaría era inminente. Para esa altura, las peleas entre los hinchas de San Lorenzo y Huracán ya habían llegado a la calle.
A partir de ahí, ¿Qué pasó?
Varias cosas. Primero, la seguridad prohibió la presencia de hinchas visitantes en los partidos de Futsal. Cuando juegan los equipos de Primera o Reserva, no puede haber hinchas del equipo visitante. Cuando juegan las Inferiores, sí se permite, porque los padres llevan a los niños a jugar, pero se extreman las medidas de seguridad y se controla el ingreso de todos y cada uno de los visitantes. Eso, se da en Capital, y no en Provincia.
Por ese motivo, la final de la Copa Argentina de Caballeros, protagonizada por San Lorenzo y Kimberley (ambos equipos con sedes en Capital) se jugó en un polideportivo en Castelar. Era un solo partido y se buscaba que hubiera hinchas de los dos equipos.
Además, se multiplicó por tres la cantidad de efectivos policiales afectados a cada jornada. Antes, para los partidos de Reserva y Primera eran necesarios tres policías. Desde los disturbios y, según pudo saber DOBLE AMARILLA, por disposición del organismo de seguridad porteño son nueve los efectivos que deben estar presentes. Todos uniformados, y todos contratados por el sistema de “adicionales”.
Esto significa un fuerte perjuicio para los clubes, ya que deben pagar mucho más de seguridad y ven disminuida su capacidad de recaudar, ya que generalmente en Futsal, la presencia de público visitante es muy importante y termina siendo determinante al momento de hacer el balance económico de la jornada.
¿Qué va a pasar?
Los clubes van a hacer el pedido obvio: que todo esto quede sin efecto y que se vuelva a foja cero. Que para la jornada de Inferiores sea necesario sólo un policía y que para los partidos de Primera y Reserva alcancen tres. Eso se lo confirmó a DOBLE AMARILLA la dirigencia de Alvear. ¿Qué pasará? Por ahora, no va a haber cambios ni modificaciones. Y el Futsal, así como el fútbol, ve restringida la presencia de público en los estadios.