Muerte en agonía: uno de los peritos que realizó la autopsia a Maradona complicó a los imputados
Ante el tribunal que lleva adelante el caso, el médico y comisario retirado Carlos Mauricio Casinelli sostuvo que el fallecimiento "era algo previsible" dentro del cuadro que tenía el astro. "No es que fue una muerte súbita, aguda e imprevista", explicó.
La sexta audiencia por la muerte de Diego Armando Maradona atravesó momentos de tensión para familiares e imputados, ya que por primera vez se iba a profundizar en las causas del fallecimiento y se iban a exhibir detalles de la autopsia y necropsia.
En ese sentido, uno de los peritos complicó fuertemente a los imputados al asegurar que la muerte del "Diez" no fue sorpresiva sino que su cuadro fue empeorando con el transcurso de los días.
“El paciente tuvo una muerte en agonía”, sostuvo el médico y comisario mayor retirado de la policía bonaerense Carlos Mauricio Cassinelli. Ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, el perito sostuvo que el corazón de Maradona pesaba el doble de lo normal para una persona de su edad, y que tenía 4,5 litros de líquido en el cuerpo.
“No se forma [la retención de líquido] en una hora. Es de a poco. ¿Desde que se externó hasta que falleció? Puede ser”, se preguntó y se respondió a si mismo el experto, en relación a la hospitalización que tuvo Diego en la Clínica Olivos.
¿Fue un cuadro súbito, agudo e imprevisto?”, le preguntó Cosme Iribarren, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación. "Yo le diría que no, juntaba agua con el correr de los días. Era algo previsible. No es que fue una muerte súbita, aguda e imprevista”, especificó.
Los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach escuchaban atentamente el interrogatorio y pusieron especial atención a las preguntas realizadas por los acusadores. En otro tramo de la declaración, el representante legal de Diego Armando Maradona junior le preguntó si los síntomas y lo que estaba atravesando el astro podía ser advertido por el personal que debía velar por su salud. “Sí”, respondió el médico de forma tajante.
En otro de los tramos que puede complicar fuertemente a los imputados por el homicidio con dolo eventual, especialmente al neurocirujano Leopoldo Luque, Cassinelli consideró que Maradona no era un paciente para estar en un domicilio. Incluso, especificó que si se había decidido realizar una internación domiciliaria, esto requería que el Diez fuera controlado cada cuatro horas. De acuerdo a los informes que constan en el expediente, a Maradona no lo controlaban desde las 0.30 de ese 25 de noviembre de 2020, el día del fallecimiento.