Polémica en Francia por la convocatoria de un rugbier condenado a prisión por racismo
Bastien Chalureau, el segunda línea del Montpellier, recibió la pena de 6 meses de prisión, con el cumplimiento en suspenso, por el Tribunal Correcional de Toulouse por “actos violentos con la circunstancia de que esos últimos fueron cometidos por la raza o etnia de la víctima”.
A cinco días para el comienzo del Mundial de Rugby 2023 que se disputará en Francia, la selección anfitriona está sumergida en una problemática interna que llama la atención del público del deporte y, sobre todo, del propio país.
Paul Willemse debió ser reemplazado de la nómina debido a una lesión e ingresó su compañero de equipo Bastien Chalureau, quien fue condenado por actos violentos de carácter racista.
El segunda línea del Montpellier recibió la pena de 6 meses de prisión, con el cumplimiento en suspenso, por el Tribunal Correcional de Toulouse por “actos violentos con la circunstancia de que esos últimos fueron cometidos por la raza o etnia de la víctima”.
En aquel entonces, enero de 2020, el jugador de 31 años que se desempeñaba en Stade Toulousain fue acusado por dos ex rugbiers por “haberlos agredido con una piña en un estacionamiento tras haber lanzado insultos racistas”.
Por la controversia que generó la convocación del seleccionador Fabien Galthié, fue el propio Chalureau quien dio una conferencia de prensa para hablar sobre dicho episodio.
“Fui yo quien decidió venir a hablar con ustedes para aclarar la situación. Hay una polémica que gira en torno a mí, ya hace varios años, y rechazo totalmente las acusaciones desde el primer día. Les digo que confesé mis errores, pagué mis deudas y niego cualquier comentario racista. No soy racista y no hago parte de esos valores”, comenzó diciendo, entre lágrimas, el francés.
Además, aclaró que el cuerpo técnico está al tanto desde el primer momento: “Hablamos con el personal de la selección de Francia, conocían este caso desde el principio. Este procedimiento es antiguo. Quería venir delante de ustedes para dirigirme a mis compañeros, a mi familia, porque no sólo me afecta a mí, afecta a mi familia. Por eso quería aclarar la situación. No soy racista. El rugby es un deporte unificador. A nivel de rugby, tuve que demostrar mi valía en Montpellier para ganarme el lugar. Hay una controversia en torno a mi nombre, pero después dentro del grupo no afecta a nadie”.