Por un error del operativo de la Policía de la Ciudad, se coló el ex jefe de la barra de River en los festejos del 9 de diciembre
Martín Araujo, más conocido como 'Martín de Ramos', antiguo 'capo' de "Los Borrachos del Tablón" estuvo ayer en el Antonio Vespucio Liberti. Según pudo saber Doble Amarilla de fuentes de Seguridad, se metió por el estacionamiento y estuvo "por la zona de palcos y por la de plateas". Más tarde, lo divisaron las cámaras del estadio, siendo finalmente detenido.
Un nuevo acto de negligencia de la Policía de la Ciudad le permitió a Martín Araujo, más conocido como Martín de Ramos, antiguo capo de "Los Borrachos del Tablón", estar ayer en el Antonio Vespucio Liberti. Las cámaras del estadio lo divisaron y desde el club alertaron a los efectivos para que fuera detenido en el estacionamiento.
Según le indicaron fuentes de Seguridad a Doble Amarilla, Araujo "se metió por el estacionamiento y fue por zona de palcos y de plateas. Se lo detectó, se lo siguió y se lo detuvo". Luego se le labró una contravención por violar el tiempo de derecho de admisión, que pasó de 4 a 8 años.
La barra oficial, que tiene a varios de sus integrantes con derecho de admisión, también ingresó a las tribunas del Monumental. Estuvo, además, a cargo de la Caravana que partió desde el Obelisco, pasadas las 18:30.
Este evento sucede luego de las duras declaraciones de Ignacio Villarroel, vicepresidente 2do electo, contra las fuerzas de la Ciudad tras el caos que se produjo contra Racing y Defensa y Justicia.
En ambas ocasiones, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires montó un deficiente operativo que terminó con heridos y corridas en el ingreso a las plateas y palcos sobre la Avenida Figueroa Alcorta. Las demoras en los retenes generaron grandes amontonamientos de hinchas. Ante esto, un grupo de efectivos golpeó a socios que estaban cerca del vallado caído, incluidos niños y mujeres. Se vieron escenas de chicos llorando angustiados y padres discutiendo con uniformados que los amenazaban con bastones en mano. Eso dio paso, luego, a corridas y nuevas escenas violentas.