Rafael Nadal se despidió del single masculino de los Juegos Olímpicos París 2024 tras perder un partido histórico con Novak Djokovic por 6-1 y 6-4 en la Philippe Chatrier de Roland Garros.

El ex campeón olímpico en Beijing 2008 y catorce veces ganador de Roland Garros analizó su derrota con la serenidad que lo caracteriza en un momento difícil de su carrera.

“Ha sido duro de digerir todo lo que me está pasando, con la actitud y la mentalidad adecuada ya lo he hecho. No he tenido la calidad de juego continuada como para crearle problemas a Djokovic. A estos niveles, pequeñas diferencias hacen que haya mucha distancia en el cómputo global”, dijo el ex número uno del mundo.

Respecto del futuro reflexionó: “No es momento de venirse abajo, es una derrota dura, por la forma, pero también por eso tengo que aceptarla. No puedo estar pensando todo el día si este partido suena a despedida. No voy a recuperar un nivel óptimo si estoy todo el día pensando si me retiro o no. Vengo de dos años difíciles, con muchos problemas físicos que me han impedido tener continuidad. Si me paro a pensar si es el último partido contra Djokovic o no, no desarrollo mi potencial. Intento mirar hacia delante. Cuando acaben los Juegos veremos qué sensaciones tengo”. 

Y añadió: “Me he recuperado de una operación hace poco y no es fácil volver a tener el nivel, hace un poco más de un año. Intento disfrutar y darme las opciones de jugar. Si cuando acabe aquí no tengo más ganar de jugar, lo comunicaré, pero quiero vivir el día a día”.

Djokovic, ex número uno y máximo favorito del cuadro de singles masculino en el tenis olímpico, no tuvo grandes inconvenientes en el choque estelar de la segunda ronda, salvo por la leve recuperación de Nadal hacia el 4-4 del segundo parcial.

El ganador de 24 torneos de Grand Slam impuso su jerarquía y, sobre todo, su presente: con 37 años es un jugador activo en plena lucha de los grandes torneos, a diferencia del español, 14 veces campeón en Roland Garros, quien atraviesa el epílogo de su trayectoria.

Djokovic busca el único gran logro que hasta el momento se le negó en toda su carrera: la medalla de oro en singles masculino de los Juegos Olímpicos.