Rusia se quedó con su quinta Billie Jean King Cup
Tras imponerse por 2-0 en la final ante Suiza en el Estadio O2 de Praga, el equipo euroasiático volvió a reinar en la ex Fed Cup.
Rusia se alzó este sábado el trofeo de la Copa Billie Jean King por quinta vez tras imponerse en la final de Praga a Suiza, después de las victorias individuales de Daria Kasatkina y Liudmila Samsonova, que hizo un partido memorable contra Belinda Bencic.
"Tengo demasiadas emociones, es increíble, estoy absolutamente feliz. Fue una pelea grandísima, más que tenis", dijo Samsonova, 40 del mundo, tras el partido contra a suiza Belinda Bencic (17), que solventó por 3-6, 6-3 y 6-4.
Bencic afrontaba el duelo sin espacio de maniobra tras la derrota previa de Jil Tiechmann, y se vio la caras con una Samsonova sublime, que había disputado con victoria todos los dobles de esta semana, y que saltó a la pista central del O2 Arena en vez de Anastasya Pavlyuchenkova, a la que se diagnosticó lesión de rodilla.
La jugadora de Olenegorsk, de 22 años, había ganado también el viernes su cita individual frente la estadounidense Sloane Stephens.
Frente a Bencic, Samsonova alcanzó saques de 186 kilómetros por hora, y se mantuvo en el primer set emparejado con la helvética hasta el 3-3, en que Bencic se despegó.
La rusa mantuvo su gran servicio en el segundo set, que se llevó con catorce golpes ganadores, y forzando nueve errores en su rival.
Crecida en el set decisivo, Samsonova consiguió ruptura de saque en el primer juego y luego pudo mantener la distancia en el luminoso para ganar el partido por 3-6, 6-3 y 6-4 y dar el trofeo a su país.
Daria Kasatkina (28) venció en el primer partido a Jil Tiechmann, 6-2 y 6-4, en una partido donde la ansiedad pudo con la helvética, que cometió 31 errores no forzados.
La rusa, que disputó el primer individual de su equipo esta semana y ahora afrontó el primer duelo de la final, supo esperar a Tiechmann al final de la pista.
Y metió una nueva marcha cuando la situación lo requería, para lograr puntos de ruptura o cuando la rival se libraba de la ansiedad, y entonces le obligaba a cometer errores, 27 en total, para poner distancia en el luminoso.