Videoanálisis, el fino equilibrio entre usar la tecnología a favor y el grave error de sobreanalizar todo
El videoanálisis y el trabajo con Big Data llegó al fútbol para quedarse. Los clubes cuentan con analistas de imágenes, algunos con especialistas en datos, y otros trabajan con empresas que se ocupan de esos menesteres. Doble Amarilla habló con profesionales destacados en cada área y periodistas que apuestan a estas herramientas ¿El fútbol sigue siendo dinámica de lo impensado?
Es muy difícil precisar cuándo, pero, en algún momento, la tecnología se inmiscuye en nuestras vidas, por lo cual era improbable que no lo hiciera el deporte pasión de multitudes: el fútbol. Así aparecieron en el universo de la redonda: drones, mapa de calor, estadísticas en tiempo real y, por supuesto, el videoanálisis, lo que hoy nos convoca. ¿De qué sirve? ¿Cómo se usa? ¿Refiere sólo a videos?
Doble Amarilla dialogó con representantes destacados del mundo del videoanálisis y la curación de big data a favor de la número 5. Matías Navarro García, un videoanalista que trabajó para Rayo Vallecano y actualmente integra el cuerpo técnico de Facundo Sava en Quilmes; Matías Conde, gestor de datos; Vicente Muglia, periodista que da cursos de videoanálisis para colegas y con Ramiro Rangles, miembro de KIN Analytics, una firma que trabaja con datos en varios de los equipos más renombrados del continente, con base en Independiente del Valle de Ecuador.
En cuanto a análisis, en Argentina, el primero que instaló el uso de videos de manera masiva fue Carlos Salvador Bilardo. Otro fanático del VHS como material de estudio propio y ajeno fue Marcelo Bielsa.
La piedra fundacional del videoanalisis en el mundo la coloca Valeri Lobanovski. El DT del Dínamo de Kiev en los ‘70 fue el primero en insertar dos conceptos vitales para el trabajo con datos y el videoanálisis: el de “cuerpo técnico”, definiendo un rol por persona dentro del trabajo de un equipo de fútbol, y el de “eventing”, que es tomar nota de todo lo que ocurre en el partido. Dos décadas después, en los ‘90, Marcelo Biels
a les mostraba a los jugadores de Newell’s imágenes de un tal Jari Litmanen, un crack finlandés que jugaba en el Ajax y luego pasó por Barcelona. ¿Cómo hacía Bielsa para conseguir el material que en una época menos globalizada con el fin de mostrarles movimientos del finlandés a sus jugadores? Con nexos en Europa, una tecnología artesanal, para ponerle una etiqueta.
Matías Navarro le dice a Doble Amarilla que “siempre se usó el análisis, pasa que antes estaban los ojeadores físicamente, con una libreta, y ahora con la tecnología no te queda otra que aprovecharla”, y agrega como ingresó él a este mundo: “Me di cuenta de que para subsistir en el periodismo tenés que llegar a la TV, y que ahí hay mucho de show y poco de juego. Eso me aburría muchísimo. Empecé a hacer artículos más analíticos si se quiere. Siempre apunté a lo táctico”, recuerda.
“Todos esos análisis que hacía inicialmente eran con paint, porque desconocía otras herramientas. Me enteré de que había un montón de herramientas de software que, lo que yo hacía en 3 horas, estas lo podían hacer en 3 minutos”, rememora y suma que “es bastante costoso acceder a las herramientas”, entre las que menciona a los software como “WyScout” o “Instat”. Y remata: “Hoy en día no hay cuerpo técnico que pueda no tener analista”.
“Los entrenadores terminan siendo muy chiquitos en lo que depende del futbolista. Vos podés analizar todo lo que quieras, pero viene Messi, se saca dos de encima, la clava en un ángulo y listo. El fútbol sigue siendo dinámica de lo impensado. Nosotros buscamos minimizar el error o que sea lo más cercano a cero, o tomar decisiones con el mayor nivel de argumentos y conocimientos posible”, ilustra Navarro, que también tuvo un paso efímero por la primera de Colegiales.
De aquella experiencia en Vallecas, Navarro puede trazar algunas diferencias entre Europa y la región: “En España hay una plataforma que es espectacular, que es gratuita, de la Liga. Te dan informes físicos y estadísticos. Te dan los partidos en cámaras de partido, táctica y panorámica, filmados desde la la altura de una platea alta. Con la cámara táctica lo que hacen, a través de robots y de sensores, es tomar los datos físicos, que son más precisos que los de GPS, y siguen también a la pelota. Yo trabajaba con eso. Vos en España no podés entrar ni con cámara de fotos ni con filmadoras porque ellos son muy celosos de los derechos audiovisuales. Ni siquiera los cuerpos técnicos graban lo que hacen los equipos”, retrata.
Matías Conde trabaja como analista de datos que, aunque parece, no es lo mismo que el videoanalista. Él se encarga de nutrir a los videoanalistas, pero su “palo” no tiene nada qué ver con el fútbol. De hecho, Matías es antropólogo: “Ahí hay un sistema que se llama análisis de red, que se usa para analizar, por ejemplo, cómo se transmiten los bienes en una tribu. A mí me parecía que se podía usar con los pases y los jugadores”, explica.
Matías nombra entre los pioneros a Lobanovski, Bilardo, Bielsa, Wenger y a Matías Almeyda, que instauró el sistema de datos y software cuando tomó el control de River, post descenso: “A Almeyda se le cagaron de risa, pero porque todavía no era tan fácil acceder”.
“Yo siempre trabajé con datos en la industria financiera”, cuenta Matías sobre sus inicios y sobre el presente dice: “Hoy los videoanalistas están incorporando al estudio de los datos, pero venimos de mundos diferentes. Yo con los datos intento complementar lo que ellos pueden ver en el video. Si tienen que ver 100 jugadores, con datos lo pueden depurar y dejarlo en 15. Se complementan”, enuncia. “Las empresas que capturan el dato dan la misma información a todos por igual, hay otras empresas que los procesan para ajustar a una búsqueda específica, para un ojeado, un cuerpo técnico, o un club. Cada proveedor tienen diferentes maneras de cubrir las ligas. Es importante que haya alguien que procese esos datos”, subraya.
Conde considera que todavía queda camino por recorrer, pero advierte: “En unos años será común, más si se entiende al análisis de datos como un complemento, el análisis de datos no sirve para predecir resultados. Sí sirve para entender los rendimientos, contextualizar como un jugador funciona en determinada posición o con determinados compañeros. Da una información muy valiosa, pero hay que olvidar que aparezca el gurú de los datos. Hay equipos de afuera que tienen procesos basados en datos, Independiente del Valle tiene una empresa atrás que maneja datos”, detalla Matías, y dispara la búsqueda hacia Ecuador.
Ramiro Rangles, miembro de “KIN Analytics”, también le cuenta a Doble Amarilla de qué va su trabajo. Vale remarcar que KIN trabajo no sólo con Independiente del Valle, caso exitoso en la región. También estableció vínculos con Gremio, Palmeiras, Athletico Paranaense, Emelec, FC Dallas y la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Hasta tiene su propio club de fútbol. Sí, en la tercera división de Ecuador milita el Atlético Kin, al cual la empresa usa como “conejillo de Indias” para probar nuevas maneras de medir y de tratar los datos.
Rangles informa que lo que la empresa hace es “desarrollar una metodología que permite que los clubes implementen de manera apropiada los datos. Hemos creado bastantes métricas, tenemos una catálogo de más de 3.000”.
Continúa: “Queremos ir mucho más allá de la precisión de los pases, porque sin el contexto apropiado se queda en un número. Siempre estamos personalizando y desarrollando lo que hacemos en base a nuestro cliente. No creemos en que una misma herramienta, reporte o métrica sirva igual para todos los equipos. Hay que basarlo en la realidad de los conjuntos y en su contexto”.
“El trabajo se suele enfocar en tres ejes. Análisis del equipo, del rival y del mercado. Aplicamos siempre la misma metodología. Nos basamos en dar un servicio cercano y personalizado de cada club, que no sea una solución común a todos, sino una cuestión específica que le aporte valor al club en cualquiera de estos tres ejes”, resume.
“En la región hay países que están mejor que otros. Nosotros empezamos en 2015 y 2016 y nos hemos dado cuenta de que la gran mayoría de los equipos están lejos del standard ideal, ni siquiera están cerca de los equipos de Europa o Estados Unidos. Algunos equipos creen que comprando datos de GPS o de cualquier otra índole o contratando una herramienta están haciendo analítica, pero en el fútbol y en el deporte va mucho más allá de eso”, opina.
Por último, Vicente Muglia, periodista deportivo, adaptó el videoanálisis a su forma de ver el juego, lo ha sumado como complemento y batalla contra los que creen que se puede explicar un partido sólo desde las estadísticas: “A veces el videoanálisis en sí es demasiado detallado en situaciones que no es muy útil esa información en lo periodístico, pero sí sirve para detectar y explicar el porqué se dan ciertas situaciones en un partido”.
“A través del videoanálisis se puede observar lo que tiene que ver con los patrones de juego. Por ejemplo, cuando una determinada situación de juego se repite, como si fuera un automatismo, eso ya te está demostrando que hay una intencionalidad en una acción. El fútbol parece muy simple, pero es muy complejo, hay un montón de situaciones que pueden determinar el resultado y que varían. Cuando uno agudiza la vista, y trata de buscar los patrones, encuentra cual es la intención, la idea, el plan de juego de un determinado equipo. Te das cuenta que las acciones no son fortuitas, sino que obedecía a un plan de juego”, puntualiza.
“El desafío es sentarme a ver un partido y tratar de descubrir cómo un equipo quiere atacar y cómo ese equipo quiere defender. Vos tratas de ver esas dos fases de juego, que en realidad son 4, cómo se desarrolla el partido. Y ahí están los famosos detalles, que generan goles”, detalla.
“En el resultado a veces no se refleja, pero no podemos analizar el partido desde el resultado, si no siempre el que gana será el mejor. Como periodista y analista es interesante ver cómo los DT's cambian durante el partido para imponerse. El videoanálisis te da la chance de usar videos que te permiten explicar en 3 minutos mucho más de lo que se puede decir o escribir. En la Argentina, sobre todo, se pone siempre por delante el resultado y a veces parecería que es una herejía decir tal equipo jugó mejor o peor”, marca Muglia.
“Sin contexto, los datos per se, no sirven”, advierte Muglia, y refuerza con una idea clara: “No existe más el yo pienso sólo en mi equipo. Es mentira que si tu equipo hace las cosas bien va a ganar. Es algo que quedó en la década del ’70. El fútbol cambió, está en constante evolución y los periodistas necesitamos ser parte de esa evolución, cambiar y agudizar la vista para poder subirnos a esa ola, para darle un valor agregado al público, pero sin caer en la trampa de sobreanalizar demasiado”.