Inglaterra transpiró más de la cuenta para eliminar a Eslovaquia de la Eurocopa. Los “Three Lions” estuvieron abajo en el marcador hasta el minuto 95 de partido cuando apareció su 10, Jude Belligham, para con una pirueta espectacular estampó el 1-1 que obligó a los equipos a dirimir el encuentro en tiempo extra. 

Allí Inglaterra encontró el segundo gol y por consecuencia la clasificación a cuartos de final, dándole aire a un cuestionado Gareth Southgate. Sin embargo, el que quedó en el ojo de la tormenta es el propio Bellingham tras la victoria. 

Tras su gol, el '10' inglés se besó la mano derecha y luego se acercó dicha mano a sus genitales para demostrar los “huevos” que había tenido para definir de esa manera. Aunque el gesto no haya sido recogido en el acta por el árbitro Umut Meler al final del partido, por dicho gesto.

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Lo cierto es que este lunes, "Un inspector de Ética y Disciplina de la UEFA llevará a cabo una investigación disciplinaria sobre una posible violación de las reglas básicas de conducta decente por parte del jugador de la Federación Inglesa de Fútbol, Jude Bellingham, presuntamente ocurrida en el marco de este partido", según han anunciado en un comunicado. 

El reglamento es claro: "Cualquier gesto obsceno o acción ofensiva o insultante debe castigarse con tarjeta roja". Y la misma fuente añade que "el órgano disciplinario de la UEFA esperará los informes del árbitro del partido y de otros oficiales antes de decidir sobre cualquier posible acción", aseguran.