(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Italia no le encuentra solución al problema del racismo. Ese flagelo, que preocupa a la FIFA, es el principal drama que afronta la Serie A y su principal "mancha" frente al Mundo. Es, sin dudas, la liga qué más sufre esta cuestión de los grandes torneos del mundo. Ahora, lo sufrió Mario Balotelli.

El ex delantero del Milan jugó en Verona. Con la camiseta del Brescia enfrentó al Hellas Verona y afrontó el hostigamiento de algunos hinchas del elenco de la ciudad de Romeo y Julieta. La reacción de "Súper Mario" poco tuvo que ver con el romance, claro.

Harto ya de escuchar burlas e insultos, Balotelli paró de jugar sobre el minuto '55, tomó la pelota con la mano y, sin dudas, le arrojó un pelotazo a la tribuna y luego, amagó con irse de la cancha. Entre compañeros y rivales lograron consolarlo y frenarlo. Luego, a cinco del final, señaló el único tanto de su equipo.

Italia no logra acabar con el flagelo del racismo. Ya lo sufrió en el pasado el defensor del Napoli, Koulibally y, en este torneo, también lo vivió Romelu Lukaku, delantero del Inter y Dalbert, de la Fiorentina. La Serie A no logra salvarse de la "mancha" del racismo.