(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Ya sin riesgo alguno, el Barcelona, salió a jugar con el Sporting de Lisboa relajado. Tan relajado que hasta reservó a Lionel Messi. El elenco 'luso' tenía la responsabilidad más grande, ya que necesitaba dar el golpe en Camp Nou y esperar una mano del Olympiacos. Que nunca llegó, claro.

Lo que tampoco llegó nunca es la victoria en el feudo Blaugrana. El primer gol del elenco español llegó a los 14 del segundo tiempo, por intermedio de Paco Alcácer, de cabeza, anticipando a la defensa visitante.