Comienza en Suiza juicio por presunto fraude en organización de Alemania 2006
En los Tribunales de Bellinzona se empezó el proceso contra tres antiguos dirigentes de la federación alemana de fútbol y al exsecretario general de la FIFA Urs Linsi, acusados de presunto fraude en torno a la organización del Mundial de ese año. En la causa también está involucrado el catarí Mohammed Bin Hammam, en ese entonces tesorero del organismo con sede en Zurich.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Empezó hoy en Bellizona, Suiza, el juicio a tres antiguos dirigentes de la federación alemana de fútbol y al exsecretario general de la FIFA Urs Linsi, acusados de presunto fraude en torno a la organización del Mundial de Alemania 2006.
La vista debía comenzar el lunes, pero recién pudo empezar hoy cuando se hicieron presentes los acusados. El proceso se desarrollará a puerta cerrada debido a la actual epidemia de coronavirus. En Suiza, el virus afecta especialmente a la región dónde está emplazada Bellinzona.
Hoy sólo se hicieron presentes ante los jueces, Linsi y el expresidente de la federación alemana Wolfgang Niersbach, según informó la agenda de prensa Suiza ATS.
Los otros dos acusados son el también expresidente de la federación germana Theo Zwanziger y su secretario general Horst Schmidt, quien junto a Linsi afrontan la acusación de estafa, mientras que Niersbach está acusado de complicidad en ese delito.
Se habla de un dinero que ronda a los €9,4 millones en el comité organizador del Mundial 2006, presidido por Franz Beckenbauer, pagado al parecer al entonces tesorero de la FIFA, el catarí Mohammed Bin Hammam, a cambio de que éste anticipara €250 millones para aquella Copa del Mundo.
Según la investigación de la fiscalía, ese dinero se camulfló como "gastos de organización" de la ceremonia inaugural de Alemania 2006 para poder recaudarlos y devolverlos al empresario francés Robert Louis-Dreyfus, quien luego dirigiría la empresa deportiva Adidas.
El qatarí Bin Hammam, también antiguo presidente de la Confederación Asiática, fue sancionado de por vida en 2011 por la FIFA, en medio de sospechas de sobornos a mandatarios de federaciones nacionales de fútbol con el fin de lograr votos para dirigir la federación internacional o lograr que Catar fuera sede del Mundial 2022.