Una crísis sin precedentes, sacude a la segunda división del fútbol francés. ¿El problema a resolver?, la calendarización de las transmisiones y en consecuencia los derechos televisivos de la misma. 

Ayer, en la previa del duelo entre el Lorient y el Grenoble, setenta ultras del equipo visitante atacaron un movil de televisión de BeIN Sports. Este acto se dio como protesta para que el canal qatarí vuelva a programar los partidos de la categoría para los fines de semana y dejen de emitir encuentros los viernes y los lunes. Robaron material y equipo técnico y realizaron pintadas, según reportó el periodista Andrés Onrubia Ramos. 

El mismo colega consignó que BeIN Sports le pidió a las autoridades del Lorient que retirara unos carteles de ultras que rezaba "BeIN mata la Ligue 2". El conjunto bretón se negó a ello al considerar que los aficionados tenían razón al pedir la vuelta del fútbol al fin de semana.

La semana pasada el encuentro entre el Metz y el Bastia, se suspendió durante 25 minutos debido al lanzamiento de bengalas de aficionados al terreno de juego, además de pelotas de tenis, como protesta para que BeIN no programe encuentros los viernes y los lunes. De hecho, un aficionado no paró de apuntar con un láser a la cámara de BeIN Sports para que la retransmisión no fuera óptima. 

Tras los acontecimientos, el canal emitió un comunicado lamentando los hechos y se reserva el derecho de tomar acciones legales. Lo cierto es que si BeIN Sports decide rescindir el contrato de la Ligue 2, la categoría quedaría al borde del abismo, a nivel financiero.